lunes, 29 de marzo de 2010

Capitulo 3

Ah que lindo sueño!!

Me encontraba en un bosque, lleno de flores, y rodeada de lindos animalitos.

-¿Qué es esto? ¿Blanca nieves? ¬.¬

Sacudí mi cabeza mientras abría mis ojos, sentí algo rodearme, de reojo, vi que estaba tapada con una sabana, las cortinas cerradas y la puerta también, sin levantarme, miré hacia mi lado, hay estaba el closet de ropa de mi abuela, si, estaba en casa, y en mi cama, suspiré aliviada, pero a la vez dolida.


Al final, todo fue un sueño, Michael no estaba conmigo en el centro comercial, de hecho, dudo que en algún momento hayamos ido mi tía y yo al centro.


Me quede absorta en esos pensamientos, me di cuenta de que no tenía en mis brazos a Joseph, me asomé por el borde la cama, a veces sucedia de que 'se caía' (por no decir que lo empujaba) ^^'


Pero no estaba.


-Hola, ¿Qué buscas?.- Escuché una voz suave detrás de mi. Me giré lentamente, si, ahi estaba Joseph sostenido por Michael que me veía con rostro inocente al otro lado de la cama, sentado en la mecedora.


-Aaaaah!.-Grité cayendome de la cama.


-¡Tania! ¡¿Estas bien?! ¡Tania, Tania!.-Dijo subiendose a la cama para asomarse del borde la cama.


Estaba boca abajo tapada con la sabana blanca.


-E-estoy bien.-Dije, levantandome.


-Vaya golpe que te has dado, dijo quitandome la sabana de encima, en eso su mirada se clavó en algo en mi.


-¿Qué?.-Le dije, en eso trato de aguantarse la risa.


-Que da risa.-Le dije con un tono un tanto divertido.


-Ay que pena! Perdóname.-Dijo terminando rompiendo en carcajadas.


-Aparte de fantasma, loco.-Dije rascandome la cabeza en eso sentí mi pelo un poco raro, fui rápido al baño y me vi.


-Jajajajajaja.-Entré a la habitación.


-¡Me veo rídicula!.-Exclamé mientras ambos nos doblabamos de risa. Después de un momento nos calmamos y al mismo tiempo yo reaccioné, ¿Fue un sueño? ¿Sigue siendo un sueño?


-No, no lo es.-Me dijo


Me sorprendí por el hecho de que yo no habia articulado ni una palabra y sin embargo el habia atinado a la respuesta. Me quede mirando fijamente a un punto en el espacio mientras un mar de pensamietos confusos entraban en mi cabeza.


-¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?


No le respondí mientras seguía viendo fijamente aquel punto.


-Dime que es un sueño.-Le dije, sin mirarlo.


Guardó silencio.


-Sería lo mismo que decirte una mentira.-Respondió, negué con la cabeza, cerrando mis ojos provocando que las lágrimas corrieran por mi rostro.


-¿Por qué no quieres creerme?.-Susurró.


Aguardé un momento reflexionando mi respuesta.


-Por que si esto fuese verdad en algún momento tendrás que irte ¿Cierto?


No me dijo nada apartando la mirada, como si le diera pena decirme la respuesta, le sonreí.


-Sería como una doble despedida, más dolorosa que la primera, más dolorosa que el hecho de despertarse y darse cuenta que fue un sueño.


-Perdoname.-Dijo con tono triste, uno que varias veces escuché en otras situaciones pero que deseé no tener que oirla de nuevo.


-Supongo, que no debí haber venido.-Dijo levantandose. Pude notar la forma en que le dolía decirme aquello, y por primera vez, deseé no haber nacido, lo contemplé, mientras veía correr una lágrima por su mejilla, estaba llorando, y lo peor de todo es que yo lo habia provocado, me sentí horrible en aquel momento.

Parecía tan humano, aún sabiendo que el ya no pertenecia este mundo, la prueba más convicente eran aquellas alas en su espalda, las miré hipnotizada por el blanco brillante que poseían. El iba a dar un paso tal vez iba a desaparecer e inconscientemente le tomé de la camisa.

-No te vayas.-Susurré ante su mirada de sorpresa.

-Pero, parece que no me quisieras aqui.-Dijo con voz suave, mientras veía como los ojos comenzaban de nuevo a cristalizarse.

-No, no es eso...En realidad, la que debería decir perdón soy yo.

Aguardé un momento esperando su respuesta, no me la dio, tan solo se sento a mi lado, sin quitarme la mirada.

-E-esque, para mi....no es fácil...quiero decir...-Ninguna de las palabras encajaban con lo que queria decirle, así que suspiré cansada.

-Disculpame, no es tan fácil de asimiliar el hecho de que llevó 5 meses sin ti, y que de repente aparezcas, de nuevo. Tan solo es un poco confuso, supongo que fue que me acostumbre al dolor que tuve todos estos meses.-Respondí complacida de tratar aclararle lo que sentia.
-Parece que he dejado influenciarme demasiado por los adultos.-Le dije bromeando, el se río.
Nos miramos un momento, sus ojos café me parecían mil veces mejor dicho infinitamente mejor que en las fotografias, y eso me agrado, aún teniendo su mirada clavada sobre la mía me sentí extraña y baje la mirada.
-Bueno, ahora supongo que ya pasamos la parte más dificil de todo esto.-Le dije levantandome y le dije:
-¿Por qué estas aqui?.








No hay comentarios:

Publicar un comentario