jueves, 29 de abril de 2010

Capitulo 27



¿Donde estoy? ¿Por qué está tan oscuro?...¿Por qué tenia que pasar esto? ¿Por qué tuve que vivir DE NUEVO aquel dolor? ¿Cómo lo voy a superar esta vez? ¿Tengo que volver a empezar? Desde cero, saber que todo al final de todo fue un sueño maravilloso que terminó conviertiendose en una horrorosa pesadilla, sentí como una lágrima salía de mis ojos y al fundirse en mis labios me quedé con un sabor amargo. Abrí los ojos y vi el ropero de mi abuela con toda la ropa acomodada como siempre.


-¿Por qué Michael? ¿Por qué me engañaste? Me dijiste que esto no era un sueño, que era verdad y ahora... t-te has ido.


Me levanté en el borde la cama tratando de al menos recordar lo que viví con el en aquel sueño, pero lo peor era que todos mis recuerdos eran confusos, iba cayendo en la depresión y comenzé a gemir de dolor y tristeza mientras brotaban sin parar lágrimas en mis ojos...


-Tania.-Escuché una voz que me puso una mano en el hombro. Alzé la mirada para encontrarme con Yammael, tan solo fue un segundo pues aparté la vista. Pero alcanzé a ver que sonreía. ¿Se estaba burlando de mi?


-Tania.-Repitió un poco más fuerte pero esta vez no le conteste decidí quedarme quieta casi sin respirar, de hecho, olvide el porque de respirar...


-Buen trabajo.-Dijo, aquello me desconcertó pero aún no podía reaccionar, tal vez se refería al hecho de haberme dejado llevar por la imaginación para todo lo sucedido.


Escuché reír a Yammael y eso me irritó.


-¿De qué te ries?.-Dije mirandolo friamente, pero el no se inmutó.


-Pues, de tu excelente trabajo, no pensé que tardarás tanto pero al final lo hiciste genial.


-¿De qué rayos estas hablando?.- Dije mientras el sentido común regresaba a mi.

-Pues tu y de MIchael.

Aquél nombre me parece familiar.

-Por fin lograste abrir tu corazón, algo que no habías hecho nunca.

-¿Cómo dices?

.:FLASHBACK:.

-Te amo...

-Si, yo tambien te amo

.:FIN DEL FLASHBACK:.

Sentí una presión en mis mejillas y el hervir de la sangre, me habia sonrojado.

-Has logrado abrir tu corazón y eso es lo más bello que un ser humano puede hacer es como cuando florece una bella rosa después de una tormenta.

Aún estaba en shock pero permanecía inmovíl.

-Vamos, te esta esperando.-Dijo, aquello me hizo parpadeear varias veces.

-Jaja.-Rió Yammael.

-Nos vemos después.-Añadió... Y desapareció aún mantenía la mirada donde anteriormente el se encontraba pero...

-¡Tania!

Miré a mi alrededor buscando la voz pensando que podía ser de nuevo mi guardían. Pero no habia nadie, la voz se escuchaba como desde lejos.

-Tania!

Y cada vez se escuchaba más de cerca.

-¡TANIA!

...

-¡TANIA!

Sentí algo en mi rostro, como una lágrima, pero no era yo la que lloraba, lentamente fui abriendo mis ojos y otra gotita de agua me logró despetar completamente.

Lo que tuve enfrente fue lo más bello pero a la vez confuso que haya visto en mi vida.

-Tania.-Susurró Michael llorando, ahora sabia de donde venían esas gotitas, estaba recostada sobre su regazo y aún me costaba moverme.

El me ayudó a levantarme. Me sobé la cabeza tratando de volver completamente en si, aún me parecía ver lucecitas a mi alrededor, rapidamente se fueron. Y todos los recuerdos por fin regresaron a mi...

-¡Oh! ¿Alguien anotó la matricula del camión que me arrolló?.-Dije en plan de broma, el angel soltó una risa, mientras le sonreía y el se secaba las lágrimas con su antebrazo.

Noté que parecía estar todo más oscuro. Y me di cuenta de que era de noche

-¡Dios! ¿Pero qué horas son?.-Pregunté viendo a mi alrededor.

-Las 8 de la noche.

-¿¿¡¡QUÉ!!??.-Exclamé con los ojos bien abiertos haciendo que se riera.

-Jajaja, tu cara...

Encaré una ceja.

-Si, son las 8, no tengo idea de que fue lo que pasó, cuanto tu despertarste yo llevaba como 2 minutos antes que habia despertado.

-Si, que raro.-Dije.

Sentí una ventisca de aire que me caló hasta los huesos y castañeé un poco.

Me abrazo por detrás colocando su cabeza sobre la mía y rodeandome con sus alas.

-Será mejor que entremos.-Me dijo mientras alzaba la cabeza para verle.

-Si.-Respondí, tan solo sentí como facilmente me cargo y estaba más liviana, escuché el agitar de sus alas y como con facilidad subimos la cerca de Neverland.

-Ah.-Suspiré decepcionada.

-¿Qué pasa?

-Siempre deseé entrar por la puerta.-Dije sarcasticamente.

-Jejeje.

Recuerdó que vi la casa y en cuanto logramos llegar descendimos.

-¿Crees que habrá alguien?.-Le pregunté.

-No, es seguro que desalojaron el lugar no hay nadie ni nada.

Volví a suspirar decepcionada.

-Jejeje, pero no te preocupes algo nos debe de servir.

Llegamos a la entrada y por la puerta habia una pequeña venita, y ambos nos asomamos...

Se veía un poco melancolico aquel lugar totalmente vació.

-¿Y que haremos?.-Pregunté.

-Entrar.-Respondió sonriente.

-¿Cómo?.

-Ahora verás.-Dijo, miro la perilla y la giro levemente no completamente, y con su hombro empujo la puerta haciendola abrirse.

-Wow...

-Si, conozco mi casa.-Dijo mientras me dejaba el paso para entrar... Aún no podía ver nada hasta que encendio las luces, observé el techo de madera al igual que el piso y las paredes de mármol blanco.

-Mira.-Dijo seguí su mirada y vimos apiladas en una esquina unas cuantas cajas. Nos miramos dudosos pero aún así nos acercamos a lo que era la sala anteriormente. Bajamos unas cuantas escaleras y llegamos, encendió las luces, sobre las cajas vimos una carpeta con papeles.

-A ver señor traductor, que dice.-le entregué en sus manos el documento. Las revisó.

-Pues aqui dice que las cajas contienen la ultima parte de la cocina, comida enlatada e instantanea además de el microondas, la estufa y el refrigerador.

Observé las cajas cuando vi que el comenzó a caminar subiendo las escaleras.

-¡SI!.-Lo escuché exclamar.

-¿Qué?.-Grité.

-¡Aqui esta todo! ¡Hay comida!

En ese momento me rugió el estomago y me imaginé algún platillo.

-Si!.-Exclamé.

Increiblemente ya me habia olvidado del dolor que habia vivido horas atrás y estabamos de nuevo riendo como si nada hubiese pasado y estoy ahora 100% de que esto no es un sueño =) Y la aventura... ya casi acaba.




martes, 27 de abril de 2010

Capitulo 26



-No puedo creerlo.-Dije sentada en la cama, mientras el permanecía apoyado en el marco de la puerta.

-Ni yo...es decir, esto no es normal.-Dijo señalandose, llevamos creo unos 2 min que...

.:FLASHBACK:.

...el, no puede venir.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Es...complicado.

-No!, yo no me voy sin el.

-Tania

-NO!

Mi angel suspiro.

-Eres imposible, mira te voy a dar... 20 minutos para que te despidas.-Dijo comenzando a caminar.

-¡No! Espera un momento...(Desapareció)

-¡Esto no es justo!.-Grité enojada mientras el pequeño me jalaba de la manga de la camisa roja de cuadros, y si...traía la misma ropa que el cuando lo conocí, la camisa roja de cuadros y el pantalon negro de mezclilla claro que ahora estaba a mi talla.

-Tranquila, lo entiendo, entiendo como te sientes.-Susurró.

-Pero esque... No me puedo ir, tengo...tengo...muchas cosas que...decirte...además, hice la promesa de acompañarte hasta Neverland.-Suspiró.

En eso escuchamos en el aire 20 MINUTOS!!

De repente todo se puso oscuro y ¡ZAS! Aqui estabamos...en 1979, en el cuarto de Michael con ahora de 21 años una camisa blanca holgada remangadas y un pantalon caqui con unos zapatos negros. Y yo seguía igual..siendo un angel.

.:FIN DEL FLASHBACK:.

-¿Ahora que haremos?.-Dijo bufando y dejando caer ruidosamente los brazos a sus costados.

-Ni idea.-Dije sin verle directamente.

-20 minutos se me irán más rapido que el viento.

-Lose Tania.

Observé la habitación... una cama individual con una sabana azul delgada un closet que se extendia por todo el largo de la pared donde habia una tele, un telefono, libros etc.. Suspiré, no era justo, era algo imposible de pensar, estar con Michael y justo cuando estamos tan cerca del exito...se esfuma, tengo...que...decirle tanto a Michael y siento que 20 min apenas y me alcanzarán..No, no es justo, definitivamente no lo es.

-Parece que no se puede hacer mucho.-Dijo el moreno.

-Eso parece.-Respondí.

Cerré mis ojos y cuando sentí que me iba a desmayar el me rodeó con sus brazos en un abrazo desesperado, ni yo, ni el nos queriamos separar, me le abrazé fuertemente...

-Te quiero.-Pensé. Y en eso... de nuevo todo negro, sentí que la cabeza me daba vueltas y el estomago se retorcía como si estuviera en un juego mécanico de feria. Tan solo aprete fuerte mis ojos.

Silencio...puro silencio... ¿A caso... ya se habian acabado los 20 min?...

¡Clap! ¡Clap! ¡Clap!

Me levanté de un susto mientras observaba frente a mi miles de personas que aplaudían de pie de sus asientos. Me sonrojé, OH! Por fin soy famosa...¿oh no?

En eso sentí que alguien me empujaba de la espalda.

-Jajaja...gracias, muchas gracias.-Reconocí la voz de Michael que reía junto con Quincy Jones y unas personas que no conocía caminé a mi paso y me coloqué a lado de el. Ese traje, lo reconocería donde fuera, fue en la entrega de los grammys de...1984!! Entonces Michael tiene...mmm...24 años!!

Esto de los viajes en el tiempo me esta fastidiando...Michael simulaba reirse, y cuando llegaron a los asientos dijo:

-Ahora regreso.-Dijo sonriente saliendo de la sala, mientras, unas cuantas personas se colocaban a su lado estrechando su mano con alegría, después de un par de gracias salió de la sala donde no habia nadie y aquella risa cambio a una seria.

-¡¿Y AHORA?!.-Exclamó, ya llevaba rato siguiendole.

-Jejejejeje...-Reí bobamente.

-¿Qué? Tengo algo en la cara...-Dijo sonriente con aquellos lentes oscuros.

-No, esque me gusta ese traje.-Se miró a si mismo y se sonrojo.

-Oh, si..jjeje...-Se dio vuelta para modelarmelo mientras lo veía de pies a cabeza.

-¡No es tiempo de eso!.-Dijo regresando a la situación anterior.

-lo siento

-Esto...me esta volviendo loco, de repente estamos aqui y luego acá.-Dijo con las manos.

-Tal vez sea algo de yammael...

Michael se tranquilizó un poco.

-¿No hay forma de llamarlo?.-Dijo mirandome y cambiando su tono de voz por uno más tranquilo.

-No... el tan solo escucha y responde pero pues ahora...

-Si, entiendo.

-NO PUEDO CREEERLO! ¡ME ESTOY VOLVIENDO LOCO!

-Tranquilizate, por favor.-Dije.

Lo tomé de la mano sobandola.

-Tenemos que tomar esto con calma...- Suspiró y recordé algo.

-¿Michael...cuantos minutos llevamos?

De la mano donde traía su guante de lo levantó dejando ver un reloj café.

-Pues...si Yammael nos dijo a las 2:30...y son las 2:40 ¡10 MINUTOS!

-NO!.-Me abrazé con el y sollozé desconsolada.

-No quiero que te vayas, ni yo quiero irme.-Nos quedamos así unos cuantos momentos, ahora el era más alto que yo mientras hundía mi cabeza en su hombro y el acariciaba mi cabello. De repente mi corazón comenzó a latir y sentí unas ganas enormes de hablar, pero no simple palabras. Apreté mi puó tomando valor.

-Michael...

Me separé y apenas entreabrí los labios cuando...

OSCURIDAD!! De nuevo no sabía donde estaba. ¡Con un demonio!

Abrí mis ojos y sacudí mi cabeza tratando de saber donde estaba. Tan solo veía caminando a unas personas de un lado a otro. No perdí mi tiempo tratando de hablarles sabia que no me iban a escuchar.

-¡Fue todo un exito!.-Escuché a una mujer decir mientras un pequeño tumulto de gente se formaba.

-Gracias...si, gracias...si a mi también...gracias.

Unas miles de personas se encontraban aplaudiendo mientras ahí iba Michael bajando por una escalerilla de hierro saludando a unos cuantos... Observé que había muchas personas que eran asiaticas..mmm..ah! 1987 el tour de Bad en Japón.

Me vio y me hizo una seña con el dedo y lo seguí tratando de no tocar a alguien no queria que hubiera un altercado ahí.

Llegamos a un casa remolque, Michael subió mientras saludaba a unas personas y asegurandose de que no hubiera nadie cerró la puerta.

-Esto de los viajes me esta cansado, se siente raro.-Dijo con las manos en los costados. Me senté en una silla que habi ahí y bufé con una mano en el mentón.

-Si, lo entiendo... no sabemos porque estamos aquí ni como saldremos.- El se sentó en una silla y la colocó a lado mio.

-¿Oye...y que me ibas a decir?

A cualquier chica se le hubiese erizado la piel o hubiese dicho: "¡Eh?...nada jejeje" pero en aquel momento su mano sobre la mía borró todo rastro de miedo y dije:

-Te amo...-Susurré, se pusó colorado y quitó la mano rapidamente y se la colocó en los labios como acto de nerviosismo.

-A-ah...

Solté una risilla.

-No, no de esa manera.-Eso pareció tranquilizarlo y volvió a una postura más relajada.

-Ahora que nos queda tan poquito tiempo me he dado cuenta de que no puedo irme sin decirte todo lo que siento.- Agaché la mirada.

-Pues... puede ser algo complicado pero mi vida que he llevado hasta ahora siempre he tenido muchos amigos pero, en el corazón me siento sola, me llevó bien con ellos pero, me he sentido sola por el hecho de no conocer a alguien que me comprenda, la mayoría... no lo hace. Es un poco estresante y aunque suene algo loco me he llegado a aquel sabor amargo. Pero aquello acabo cuando te conocí... cuando tenia 6 años fue cuando TE VI por primera vez.- Deje caer la cabeza hacia atrás recordando aquella noche.

-Estaban pasando Moonwalker, ya estaba comenzada, no recuerdo que estaba haciendo yo, pero escuchaba que cantabas Smooth Criminal y me gustaba tu voz y corrí al televisor a ver, mi mamá no es exactamente fan tuya pero le pedí que le dejara en aquel canal, y en cuanto te vi pensé "Wow..que guapo" pero después me fui impresionando por tu forma de bailar y de cantar y en ese instante me gustó, después te fui conociendo por pequeñas entrevistas donde te mostrabas como eras y me agrado, podía ver en tus ojos que eras una buena personas y pues me gustaste, pero no como pareja, sino como ser humano, tu eres de lo que ya casi no hay y que falta en ese mundo, supongo que yo amaba todas tus facetas, de; hermano, amigo, cantante sobre todo la de padre, después de todo, yo he crecido sin uno y pues me pareció algo muy bello y como te dije anteriormente, mi amor y admiración por ti creció tanto que deseé hacerme famosa solo por conocerte, y aunque nunca ocurrió estoy aqui contigo pero...parece que el viaje ya va a acabar.-Lo miré a los ojos y suspiré al ver que no me respondia y tal vez no lo hará.

Pasó un gran momento bueno al menos para mí fue raro y los sintomas del nerviosismo se hicieron presentes, el corazón me comenzó a latir más fuerte.

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-Si...yo tambien te amo.-Sentí como parecía comenzar a faltarme el aire y después de unos segundos, sonreí.

Nos abrazamos y nose porque sentí un especie de alivio en mi corazón. Mientras sentía como una lágrima nacía de mis ojos vivía en mis mejillas y al final...moría en mis labios.

En aquel instante un nuevo viaje comenzó y todo de nuevo se puso negro... Esta vez tardé más en reaccionar y por un momento pensé que ya no iba a ver día siguiente.

Abrí mis ojos y un pequeño dolor de cabeza me estremeció, sobé mi cabeza cansada y enfrente a mio estaba...¿Yo? Parpadeé varias veces para darme cuenta de que era un espejo lo que tenia frente a mi... En el reflejo lo vi a el...bailando, y lentamente giré mi cabeza para encontrarme con Michael que bailaba pero a la vez su mirada estaba centrada en mi.

-Very well Michael, take it easy, take 5 minutes. (Muy bien MIchael, tomalo con calma, tomate unos 5 minutos)

El se detuvo y sonrió mirandome un señor salió del salón. Me levanté.

-¡Vaya!.-Dije mirandolo de arriba a abajo.

-Jejeje, si que rapido se va el tiempo.-Dijo sarcasticamente. Sonrió forsozamente.

Lo noté y una lágrima salió de sus ojos, coloqué preocupada mi mano sobre su mejilla.

-¿Qué sucede?

Tomó una bocada de aire y dijo...

-¿Sabes...que fecha es?.-Susurró...

-Mmm....-Dije pensando, detrás de el, vi colgado un calendario y me acerqué a el con una sonrisa.

-Mira, aqui hay un calendario.-Dije descolgandolo de la pared. Me di vuelta para enseñarselo pero me quede helada en el mismo lugar cuando vi una sonrisa llena de ternura pero a la vez de tristeza en el.

Me miró a los ojos. Y como si fuese automaticamente observé la fecha marcada.

25 de Junio del 2009

-¿Q-qué?.-Dije con la mirada al frente y una voz entrecortada.

-Tan solo quedan 5 minutos para que se cumplan los 20 minutos y tambien...5 minutos, para que yo me vaya...

-No.-Susurré las piernas me temblaron y traté de caminar a el pero sentí como si no avanzara cada vez el se hacia más lejano y escuché el inscesante tic tac de un reloj, pero aquel momento fue horrible cuando vi que las agujas del minutero se estaban moviendo más rapido.

5...4...3...2.........1............0

Y el...se desplomó en el suelo.

domingo, 25 de abril de 2010

Capitulo 25



-¡Tania!.-Exclamó abrazandome por el cuello.

En ese momento me quede helada... Esto si que era de lo más extraño...

-¿Cómo estas?.-Me dijo, aquello me sorprendió, mis oidos escuchaban inglés pero lo entendía perfectamente.

-B-bien.-Dije, el se levantó y se sacudió el pantalon para después secarse sus lagrimas con el antebrazo.

Me levanté vaya que me sentía diferente, antes él era más alto que yo y ahora era al revés.

Lo examiné, traía unos pantalones caquis, y una camisa a rayas horizontales, además de que traía su cabello corto y unos zapatitos negros.

-¿Qué es todo esto?.-Le dije mirando hacia los lados.

-Mi casa, ya la conoces.-Dijo señalandola.

-Pero...¿Qué rayos estoy haciendo en 1965? Tu ahorita tienes...mm....7 AÑOS!

-Lose, nose que pasó, de repente desperté esta mañana y estaba así.-Dijo señalandose.

-¡QUE DIVERTIDO ES VOLVER A SER NIÑO!.-Exclamó corriendo en círculos.

De pronto se detuvo...

-Pero lo más extraño...es eso.-Dijo con un dedo señalandome.

-¿Qué?.-Dije, no me contestó giré mi cabeza hacia atrás y...¡PLAF!

Me desmayé...

-¡Tania!.-Lo escuché.

NO PUEDE SER, ERA IMPOSIBLE, TOTALMENTE IIIMMPPOOSSIIBBLLEE!!!!!!!!

ESTOY....MUERTA?!?!?!?!

Me comenzé a ahogar en cuanto sentí que Michael me habia echado un balde con agua en la cara.

-Tranquilizate, quieres...-Dijo un poco más calmado.

-Yo tampoco se porque estoy vivo.-Respondió.

-Y yo no se...Cof Cof, porque estoy, cof...muerta.-Dije señalando el par de alas que tenía en mi espalda.

-No creo que estes muerta.-Dijo el.

-¿Como que no? Miramé, nadie me ve, tengo dos alas, y tu estas vivo, practicamente cambiamos papeles, ahora yo soy el angel y tu eres el vivo.

-Hay que tomarlo con calma.-Dijo.

Después de un rato nos sentamos en el césped.

-¿Qué estabas haciendo en ese árbol?.-Le dije señalando el mencionado.

-Pues...-Se sonrojó- Esque, estaba asustado, me desperté y pues, tu sabes, con todo lo que pasó, ya no estabas conmigo y me asusté.

También me sonroje.

-A-ah...B-bueno, lo que importa es que ya estamos juntos de nuevo... Por cierto, te ves super tierno.-Dije pellizcando sus mejillas con suavidad, haciendo que se riera.

-Aunque no entiendo que fue lo que pasó.-Expliqué mirando al cielo, y un rayo de luz me caló los ojos, miré en mi pecho y me percaté de que aún traía la llave plateada que Elizabeth me había dado.

-MIra.-Le dije mostrandosela. La miró con detenimiento.

-Tania...¿Qué vamos a hacer?.-Dijo mirandome con aquellos ojos tan lindos.

-P-pues, no lose, estamos en Indiana, ya no estamos en Santa Bárbara. ¡Cielos! Y lo muchó que nos costo llegar hasta ahí, bueno, practicamente tu rancho, aun no existe, nisiquiera yo existo...faltan...(contando con los dedos) 29 AÑOS PARA NAZCA!! Nací cuando tu tenías 36...

-Si, falta mucho.-Dijo suspirando...

-Sabes, es extraño, practicamente ya se todo lo que va a pasar, mi vida, mi carrera, todo.-Dijo...

-¿Por qué crees que haya pasado esto, Tania?

Miré al cielo.

-Ni idea, tal vez sea...Algo de Dios, nose, como una ilusion.

-Pero esto no es una ilusion.-Dijo señalando al barrio.

-Si, te entiendo.-En eso escuchamos una especie de claxón chillón.

-¿Qué es eso?.-Pregunté, nos dimos cuenta de que todos los niños de la calle comenzaban a reunirse.

Un señor bonachon venía con una especie de carretilla.

-¡HELADOS!.-Los niños comenzaron a correr.

Michael se sorprendió de escuchar eso.

-¡Wow, helados! ¡Ve Michael!.-Le dije dandole un empujoncito.

-Pero...-Ya no podía decir nada, el señor lo veía con una sonrisa esperando su orden.

-U-uno de chocolate...ppor favor.-Dijo extendiendo el billete de su mano.- El señor más rápido que nada tenia un helado de dos bolas frente al rostro del pequeño el cual lo tomó.

Se alejó y regresó a mi lado en la banqueta. Miraba el helado como quien encuentra una moneda.

-¿Qué sucede?.-Pregunté, lentamente lamió su helado y sonrió. En ese momento se hizo presente una fresca brisa que alboroto mis cabellos. Y un sollozo me hizo girar a verlo llorar.

No tenía que preguntarle nada, sabía como se sentía, que te hayas acostumbrado a no volver a comer jamás y de repente, de nuevo estas vivo y...

-Anda, comelo, se te va a derretir.-Le dije sonriente, se secó sus lágrimas.

Lo miré felizmente en un silencio cómodo, podía sentirlo erradiar una emoción muy grande, después de tanto tiempo..volvía probar algo de su agrado... Yo sabía perfectamente que no podía comer y no me molestó, tan solo quería asegurarme de que nadie le echará a perder aquel momento al pequeño.

-Esta...delicioso.-Susurró mirandome. Suspiré y rozé su rostro quitando rastro de una lágrima.

En eso alguien me tomó del hombro, me giré para encontrarme con Yammael, Michael y yo estabamos desconcertados con su presencia no era normal que se presentará de era manera.

-Tania.-Me llamó.

-Tengo que informarte de algo.-Me levanté rapidamante.

-Es, ¿Sobre todo esto? Cuentame ¿Por qué estamos ASÍ? ¿Qué hacemos en 1965?...-En eso pusó sus dedos sobre mis labios.

-No, no es de eso.- Me quede quieta esperando que me dijera la verdadera razón de su venida.

-Tenemos que irnos.-Dijo... traté de captar correctamente aquellas palabras, tomé a Michael de la mano.

-Bien, entonces vamonos.-Respondí sonriente, Yammael soltó una bocanada de aire.

-El...no puede venir.

Capitulo 24



Tengo frio...

-Tania.

Ash, ahi esta mi tía, como todos los dias pidiendome que me levante, me da flojera ir a la escuela...¿Quién rayos inventó la escuela? ¿De que rayos te va a servir saber como se escriben las fórmulas quimicas? Ni siquiera voy a ser Química, quiero ser actriz

=___=


-Tania.

-Si, ya voy.-Le conteste mientras me retorcía en mi cama... ¡Ah caray! Que dura esta mi cama, o tal vez soy yo que me dormí entumida.

-Tania.-Me sacudió de un costado.

-Si, tía ya voy...

En eso mientras me retorcía buscando la sabana me caí, al principio creí que de la cama pero la caída de una cama no es de 10 cm ¿Verdad?...

Abrí los ojos.

¿Asfalto?

Parpadeé un par de veces. Si, donde estaba acostada era la banqueta de una calle.

-¿Y ahora?.-Me dije levantandome, estaba confundida ¿Qué rayos hago ahí? ¿Cómo llegué? ¿Qué estaba haciendo antes?.

Miré a mi alrededor era una calle en un vecindario común y corriente, había autos estacionados y personas regando su patio.

Me giré para ver una gran cerca detrás mio de ladrillos rojos que se extendía, no se cuanto, pero si era lejos...

-¿Donde estoy, Yammael?

Lo vi mientras el estaba sentado en una banca, me sorprendí por el hecho de que se estaba en su apariencia angelical en cambio el siempre estaba en mi cabeza, cuidandome. Se levantó de aquella banca.

-¿No lo recuerdas?.-Preguntó tranquilamente, lo miré extrañada, la verdad es que no tenía de la menor idea de donde estaba ni que estaba haciendo...

Tan solo recuerdo que, que...que...

-¡Tania...Bienvenida a Neverland!

Como un balde de agua fría los recuerdos regresaron a mi cabeza, Michael, la llegada a Neverland, recuerdo que tan solo estabamos enfrente de la cerca... Pero, ¿Qué pasó después?

-¡Michael! ¡Michael! ¡MICHAEL!.-Comenzé a gritar corriendo tratando de encontrarlo, pero no sabía hacia donde correr, aquel lugar me era totalmente desconocido.

Yammael ya no estaba, comenzé a correr con la unica idea de encontrarlo, pero, ¿Donde? No entendía nada...

De repente llegué a una calle, de lo más rara.

Permanecí quieta en la acera. Arboles, pequeñas casas, niños jugando. Un aire de tranquilidad me invadió, suspiré como si todo se hubiese arreglado, con mis piernas temblando comenzé a caminar observando cada detalle, cada arbusto, escuché unos pajaritos cantar, los pequeños jugaban, noté que la gente de ahí era de color, lo cual me dio más pruebas para mi teoría, continué caminando, de repente me dio una sensación de nostalgia.

Nose, parecía que aquel lugar me era familiar, como si ya estuviera ahí. De un carro salió un hombre -tambien de color- mientras tenía en las manos un periodico, tan solo vi que lo dobló y lo tiró a un bote de basura.

Fui hacia el recipiente metálico y un poco oxidado, tan solo me asomé y vi el anterior periodico

del señor, en inglés, me era un poco díficil comprender lo que decía.

De repente palidecí al ver la fecha de aquel periodico, tal vez era mi imaginación, pero lentamente tomé aquel papel y lo sentí en mis manos, y en voz alta dije aquella fecha.

-29 de Agosto de 1965

Sentí un vació en el estomago y deje caer inconscientemente aquel papel. No era posible... A mi alrededor vi un hombre caminar, corrí hacia el y lo tomé del hombre tratando de recordar algunas frases en inglés.

-Excuse me, sir.- El mencionado tan solo volteó pero su cabeza giró hacia los lados, primero pensé que me estaba viendo pero su mirada parecía perdida. Se tocó el hombro un poco asustado.

-¿Are you ok?.-Volví a tomarlo del hombro y me tomó por sorpresa su reacción, el maletín que traía en sus manos salió volando junto con los papeles, mientras aquella persona saltaba de miedo y miraba como loco a todos lados.

-Tranquilo, no le voy a hacer nada.-Dije, me di cuenta de que el no me escuchaba, levanté su maletín y se lo extendí pero eso solo lo empeoro, horrorizado corrió lejos de mi gritando.

-¡HELP! ¡Somebody Help me, please! ¡Get away! ¡Leave me alone!.- Solté aquel objeto como si fuese algo radioctivo y me di cuenta, de que aquella persona, ni me escuchaba, ni me veía.

Asustada me giré viendo como otros vecino habian salido a causa del escandalo y unas más se acercaban donde estaba el maletín, pasaban por mi lado pero, nadie me veía.

Tenía a una señora, de edad avanzada, con unos lentes tal vez de botella y un vestido de tela con flores, pasé mi mano por su rostro, pero...no reaccionaba.

¿QUE RAYOS ESTABA PASANDO?

Corrí unas cuantas cuadras más y una voz...me detuvo.

-Michael C'mon down from there (Michael, vamos baja de ahí)

Instantaneamente mi vista se centro en una casa, que miles de veces vi en revistas, donde habia cientos de regalos y gente reunida además de escuchar llantos, muchas veces deseé estar ahí...

Un pequeño niño trepado en un árbol abrazado a una rama de un árbol y una rama muy alta.

-You're going to hurt (te vas a lastimar)

-No!.-Exclamó el pequeño. Por supuesto que iba reconocer aquel niño, de ojos cristalinos y profundos como el mar, su piel oscura y su voz suave pero a la vez potente.

Observé que el chico que hace un momento le hablaba era Jermaine.

-Go down there. (Baja de ahí)

Jermaine trató de subir pero Michael trepó más alto. Sus hermanos estaban alrededor del árbol deseando que NO se cayera. Jermaine bajó fastidiado.

-¡Dejenlo! Tarde o temprano tendrá que bajar.-Dijo el, sus hermanos lo miraron y caminaron dentro de la casa. El pequeño al ver que ya no había nadie bajó lentamente. Ya le faltaba poco, pero sus piernas eran muy cortas, comenzó a llorar.

Su pequeña mano resbaló y cayó...

Rapidamente logré evitar que se golpeara la cabeza y lo tomé en mis brazos a escasos centímetros de que cayera al suelo. De seguro en cuanto abriera sus ojos saldría corriendo como lo hizo el hombre...

Revisé su cuerpo esperando que no se hubiera lastimado. Al toparme con su rostro, tenía sus ojitos bien abiertos... Aquella imagen de el, jamás se me iba a olvidar, era tan...tierno, adorable...

-¡TANIA!.-Exclamó abrazandome por el cuello.


jueves, 22 de abril de 2010

Capitulo 23



-Bueno enana, te deseamos suerte con tu viaje.-Dijo Jordan


-Si, ojala logres tu sueño.-Dijo Sebastían sin el sombrero.

-Nosotros te apoyamos.

-Muchas, gracias...-Les respondí, habíamos llegado AL FIN A SANTA BARBARA....

La sensación que tenía maravillosa, no podía aguantar más, con unas cuantas lágrimas me despedí de mis amigos.

-Te extrañaremos fue corto el viaje pero muy bello.-Dijeron.

Noté que Elizabeth volvía a entrar a la van, los otros dos la esperaron, cuando salió traía algo en las manos.

-Mira Tania.-Me sorprendí de que me llamarán por mi nombre

-Este, es mi amuleto de la buena suerte.-Me enseño una especie de collar, el hilo era negro y observé aquel dije, era extraño, era como una llave pero una antigua, de color plateado.

-Me gustaría que te lo quedaras.-Dijo pasando sus brazos por mi cuello abrochando con un nudo el collar, miré extrañada al angel que tan solo atinó a encogerse de hombros, después traté de tomar el collar.

-Pero, es tuyo.-Le dije preocupada de un posible arrepentiemiento.

-No, quedatelo.-Dijo ella con una sonrisa.

-Tu lo necesitas más, quien sabe igual y te puede llegar a salvar la vida.-Levanté una ceja, tan solo miré el objeto en mis manos que relucía.

-Bueno, es hora de seguir nuestro camino.-Dijo Sebastian.

-¡Muchas gracias por brindarnos tu amistad, enana!.-Exclamaron arriba de la van y arrancando.

Agité el brazo despidiendome, escuché como sonaba el claxón y sonreí agradecida de haberlos conocido.

-Que buenas personas son.-Dijo MIchael, asentí con la cabeza.

Respiré hondo.

-Muy bien señor Jackson, hemos llegado a Santa Bárbara... ¿Sabes lo que significa?.-Dije con una sonrisa, el me la devolvío y ambos brincamos en el aire.

-¡YAHOOO!!!

Bailamos, dimos vueltas, cantamos celebramos el hecho de estar pisando aquel suelo. Aún así sabíamos que aún no podíamos bajar la guardia, pero el simple hecho de haber cruzado casi medio territorio Mexicano fue lo mejor.

-Ahora, eh aqui el problema.-DIje con una mano en la barbilla.

-¿Cuál es?.-Dijo Michael.

-Pues....

Me miró extrañado.

-¿Donde esta tu casa?.-Dije con una sonrisa tonta.

Encaró una ceja con disimulo y comenzó a reirse.

-Que boba eres.-Me dijo, comenzamos a caminar, estabamos parados en la entrada de un parque. Y caminamos por el camino recto para llegar más rápido, había de todo, era un día hermoso, mariposas revoloteando, pequeños grupos de amigos riendo, unas parejas acarameladas, niños riendo y familias en un día de picnic, aquel ambiente me conmovía, y algo extraño de aquel momento fue que extrañe como nunca a mi familia.

-Oye Michael.

-Dime

-¿Tu que crees que este haciendo mi familia?.-Le dije mirando hacia arriba donde las copas de los árboles tapaban el sol.

El angel pareció ponerse nervioso.

-¿Te sientes sola?.-Me preguntó, lo miré y le sonreí.

-No, se que ellos me están esperando, además tu estas conmigo.-Aquellas palabras hicieron parar al angel rojo como un tomate y quedarse atrás unos cuantos metros, me giré y lo vi.

-¿Qué sucede? ¡Vamos!.- Le hice una seña y me siguió, de pronto noté que los niños nos miraban, la mayoría veia al angel, supongo que ellos aún no cruzaban la línea en todo nuestro viaje me acostumbre al hecho de que pequeños lo viesen, ellos los saludaban y los niños le correspondían con una sonrisa, era divertido.

Al terminar de cruzar el parque, llegamos a una calle sola, había carros estacionados pero no había nadie en la calle, habia un gran silencio, me dio cosa el cambio brusco de ambiente, de las risas pasamos a un silencio perturbador, era de día, no le di importancia.

-Bien, ahora te toca a ti hacer tu parte, ¿Hacia donde?.-Le dije.

-¿Qué dirías si te dijera que esta a 10 cuadras de aquí?.-Me dijo sonriente.

Abrí los ojos al máximo.

-¿¡EN SERIO?!.-Asintió y se tapó los oidos al verme estallar en gritos de emoción y brincos de felicidad, ¡Dios! Estabamos tan cerca...

-No hay tiempo que perder.-Dije, comenzé a caminar con una inmensa sonrisa.

Si alguien anteriormente me hubiese dicho que tenía que caminar 10 cuadras me hubiese horrorizado por tener que caminar tanto, pero a lado del angel aquellas cuadras se me hicieron diminutas, cuando me di cuenta ya llevamos 7.

-Me tiemblan las piernas.-Dije

-Jejeje, no te vayas a caer.

-¡Dios, gracias!.-Exclamé.

-Estamos tan cerca.-Empezamos a ver que conforme avazabamos había cada vez más gente, era un ambiente parecido al del parque.

Observé como el angel caminaba más rápido al hecho de terminar trotando junto a el.

-Pareces emocionado.-Le dije.

-¡Claro! Ya quiero darles aquella cápsula a Prince, Paris y Blanket...

-Si!.-Exclamé corriendo.

Traté de recordar todo aquello que vivimos Michael y yo...cuando nos conocimos en aquel sueño, la explicación, la estancia en mi casa, y después , el escape, los viajes, y las amistades que conocimos.

Después de correr una gran distancia nos detuvimos, y caminamos tranquilamente.

-Ya casi llegamos.-Susurré.

-Oye Michael, ahora que lo pienso...¿Qué día es hoy?...

El lo pensó mirando al cielo.

-Pues, si mis calculos son correctos es... 24 de Diciembre.-Dijo con una sonrisa, palidecí con aquella oración.

-¿Qué pasa?..-Dijo.

-¡HOY SERÁ NOCHE BUENA! ¡Y MAÑANA NAVIDAD!.-Exclamé con los brazos hacia arriba.

-¡Es cierto! ¡Lo habia olvidado!.-En eso vimos bajar de una camioneta una familia.

-George, please help me with this present.-Vimos como cargaban muchas cajas envueltas en papeles de colores brillantes y moños gigantes de colores hermosos.

-No puedo creerlo.-Susurré.

-¿Quién lo hubiera dicho?

Caminamos de nuevo, el angel se habia quedado en el mismo lugar, al ver que me alejaba me alcanzó.

-Tania

-Dime...

Aguardó un momento.

-¿Puedo regalarte algo?.-Me detuve en seco y el angel respingó. Me pusé colorada y miré al suelo sin verle a el.

-P-pues...

-¿Pues..?

Sentí una descarga eléctrica que subío desde mis pies hasta la cabeza.

-¡SI!!!!

Brinqué de nuevo con emoción.

-Nada me haría más feliz que eso, Michael.-Le dije tomando sus manos.

-¿En serio? ¡Que alivio!.- Nos tomamos de la mano y seguimos caminando, Wow, este viaje iba de bien a MEJOR!!!

Ya nada me iba a detener.

----

-¿una puerta?.-Dije tocando la cerca de 5m de altura y de barrotes negros.

-Si, tu sabes, seguridad.-Dijo Michael algo nervioso. Su colonia estaba bien asegurada, no había guardía y si hubiera no nos hubise dejado pasar.

-Bueno, esto...es un pequeño obstaculo.-Le dije, caminé tratando de ver hasta donde terminaba.

Apenas le iba a preguntar eso al angel cuando dijo.

-Son 20 Kms.-En ese momento si se me salió el corazón ¡20 KILOMETROS!

-¿Y...que vamos a hacer?.-Dije mirando hacia dentro de la colonia.

Escuché su risa melodiosa, lo miré extrañada.

-¿De qué te ríes?.-Le dije. Me miró con ternura.

-Yo siempre cumplo mis promesas.-Dijo caminando hacia mi. Encaré una ceja. Se detuvo enfrente mio.

-¿que?.-Dije.

Aquel acto que hizo fue...fue......

¡EL MEJOR DE MI VIDA ENTERA!!!!!!!!!!!

Me tomó en brazos y una par de alas se agitaron levantando algunas hojitas, en un segundo, ya no tocaba el suelo y miré como las casa se hacían pequeñas. Miré al cielo, y me dije.

-Jamás creí...que fuese tan hermoso...

Nunca iba a olvidar aquello, en sus brazos escuchando como sus alas rompian el aire en un constante movimiento, miraba emocionada las casa que habian tomado un tamaño menor.

El viento me acariciaba el rostro despeinandome, no me importó, aquello era perfecto, aquel momento, el...

Me acurruqué en su pecho.

-Veo que te gusto.

-Si, mucho.

Rió alegremente como un niño en aquel momento me encontraba en brazos de...PETER PAN

Deseaba que aquel viaje no acabará. Hipnotizada por compartir el vuelo con varías aves, sentir la fresca brisa, oler la esencia de el... realmente estaba en las nubes tanto metaforicamente como literalmente.

Se detuvo e inspeccionó el terreno.

-¿Qué sucede?.-Dije aún con un tono melodico.

-Ya llegamos.-Dijo mirando hacia abajo.

-Ahhhh...-Río con aquel quejido y bajo lentamente, aún maravillada con aquel espectaculo que había tenido miré indeferentemente la puerta frente a mi, hasta que el me dijo.

-Tania....¡Bienvenida a....NEVERLAND!.-Parpadeé varias veces y tallé mis ojos, abrí la boca inconscientemente, aquellas puertas, aquel anuncio, aquel terreno y aquella casa frente a mi, estaba segura de que no era una ilusion, ni un sueño, era aquel paisaje que soñe miles de veces con cruzar, recostarme en aquel pasto, caminar por sus pasillos y sus parques, pasear con el y... ahora...se habia hecho realidad.

-¿Qué te parece?.-Escuchó unos sollozos de parte mio.

-¡Tania! ¡¿Qué pasa?!.-Dijo tomandome de los hombros, me reí y sentí las lágrimas correr mi rostro.

-Creeme que no me habia dado cuenta de que estaba llorando.-Reí como nunca, mientras el me secaba con su mano mis mejillas.

-No es un sueño Tania...-Aquellas palabras, las escuché antes y ahora las volvía a oír maravillada de que el me las dijera fuera el.

-Si...-Me sequé con el antebrazo.

Respiré hondo.

-Michael...aqui vamos.- Toqué la puerta y...

viernes, 16 de abril de 2010

Capitulo 22



Recorrimos todo el día en aquella van, rodeando todo el bosque, mientras mi cabello se agitaba al viento mientras asomaba la cabeza un perfecto olor a pino, al medio día pasamos por pequeñas granjas, de vez en cuando nos deteníamos a saludar a las vacas que nos tomaban como cualquier ser viviente. No tardé en aprenderme los nombres de los chicos, el más alto blanco, cabello largo y negro y de ojos verdes, se llamaba Jordan el chofer, el chico de color con rastas y el sombrero de fieltro; Sebastian y la chica rubia de ojos azules y delgada: Elizabeth

Nose porque me sentía bien en aquel ambiente tal vez era, era...por el humo


-Tania ¿Cómo rayos te vas a estar drogando si es humo de hielo seco?.-DIjo el angel.


-Dejame, estoy creando ambiente.-Le respondí balanceandome como si estuviese borracha. Vi como Elizabeth abría de nuevo la nevera de donde salía otra ráfaga de humo mientras ella sacaba una coca.


-Ten, enana.-Dijo lanzandome la coca, gracias al cielo la atrapé.


-¿Con quién hablas niña?


-Eh...Mi amigo imaginario?.-El angel me vio con cara de "¿Que demonios?!" Tan solo me encongí de hombros.


-Aaah, recuerdo cuando era niño.-Dijo Sebastian, el chico de color con rastas.


-Se llamaba Tom.-Añadió.


-El fue el que me ayudo con el mounstro del armario que resulto ser un sueter viejo y feo que mi abuela tejio para mi.-Finalizo con una risa.


-La mía.-Dijo la chica


-Se llamaba Sheila, siempre me regañaba porque no hacía la tarea jajajaja


-Yo les gano.-Dijo Jordan


-El mio era un mounstro y...-Sebastian lo interrumpió.


-¡Hey! Espera, se supone que los amigos imaginarios te ayudan a vencer a los mounstros, no que tu amigo imaginario sea un mounstro...


-No me refiero a eso ¬.¬....mi amigo tenía la forma de la tía Gertrudis.-Dijo poniendo cara de espanto.


-¿Quien?.-Dijimos todos al unisono.


-Nadie, olvidenlo, el chiste es que aparecio porque había tenido un sueño (bueno una pesadilla) con la tía Gertrudis y todos sus gatos, después desaparecio y apareció otro se llamaba Michael...


Al ángel y a mi se nos puso la piel de gallina.


-¿Cómo el cantante?.-Dijo Sebastian.


-Si, andale.


Me puse nerviosa y tomé con rapidez mi coca cola.


-¿Y te enseño pasos de baile?.-Dijo Elizabeth con una sonrisa ladina.


-No, de hecho el fue el que me ayudo a perder el miedo a bailar jejeje que ironia ¿No?


Todos reímos, bueno yo traté...


-Lástima que ya no esta entre nosotros.-Dijo Jordan sin reir, los demás agacharon la cabeza.


-Que dios lo tenga en su gloria.-Susurró Elizabeth, Michael y yo nos miramos un poco atontados.


-Oye enana, ahora que lo pienso ¿Qué rayos hacías en medio de la carretera?


-Eh...bueno, yo...verás...


-¡Ajá!.-Exclamó Jordan asustandome.


-Eres un fugitiva, como nosotros.- Exclamó.


-No exactamente....mmmm, ustedes, ¿Conocen los sueños místicos?.-Dije tratando de buscar un relato creíble.


-Ajá.- Asintieron todos, mire por la ventana pensando, me di cuenta de que ya había anochecido.


-Bueno, yo tuve uno y pues...me encaminé a cumplirlo.


Pasaron unos momentos de silencio, la van freno de golpe pero nadie se inmuto.


-¿En serio?.-Susuró Jordan, asentí con los ojos cerrados y suspirando.


-¡OH QUE VALIENTE ERES!.-En un segundo los tenía a los tres abrazandome como si fuese un peluche...


.:ESPERE UN MOMENTO PORFAVOR:.


-Perdón.-Dijeron los tres.


-No nos pudimos controlar U___U


-Eh, no hay problema ñ___ñ


Después de un rato volvimos a emprender el camino. Ya llevaban rato preguntandome varias cosas.


-¡EN SERIO! ¿¡VIENES DESDE QUERÉTARO?!.-Exclamó Elizabeth, asentí con la cabeza.


-¿Como le has hecho?.-Dijo Jordan.


-Pues.-Dije poniendo un dedo en mi barbilla y alzando la mirada pensando.


-Tuve que mezclarme con unos chicos y chicas para llegar a Houston, de ahí me quede con una señora (por cierto muy amable) en la noche no pude encontrar carnada y tuve que irme en el equipaje y...-Jordan me interrumpió.


-¿En el equipaje? ¿¡PERO COMO HAS HECHO PARA SOBREVIVIR?!


Rayos, creo que debí guardarme aquél dato.


-Eh, bueno, Dios, y mi angelitoo...-Michael me miró fulminante.


-Angelito de la guarda.-Términe diciendo.


-Increíble.-Dijeron los tres.


-¿Y luego?.


-Pues llegué aquí, nose donde, el avion al parecer hizo una parada donde forzosamente tuvimos que bajar, me atrapo uno de migracion, me escapé corrí por el bosque, ustedes me encontraron y...aquí estoy.-FInalize mi historia un poco rápido mientras me veían sorprendidos.


-Increíble.-Dijeron, me sonrojé.


Así nos pasamos la noche riendo y platicando, habia conseguido nuevos amigos, me sentía bien con ellos y me divertía, cuando era muy tarde cambiaron turnos Jordan conducía mientras Sebastian pasaba a la parte de atrás, Elizabeth se ofreció a darme su cama, estaba en la parte de atrás mientras ella dormía en la silla del copiloto. Michael se recostó conmigo, por la ventana me deleíte con las estrellas y por primera vez en todo el recorrido me sentí como en casa...

martes, 13 de abril de 2010

Capitulo 21



.:TANIA POV:.

Me le abrazé con lágrimas en los ojos.

-¡Oh! Gracias, gracias, muchas gracias, te amo, gracias, Muchas gracias.

Aun estaba un poco rígido su cuerpo, aún así sonrió abrazandome fuerte.

-Me alegra que estes bien.-Dijo el acariciando mi cabello. En eso me separé de el y me sequé las lágrimas.

-Perdón, que pena.-Dije riendome...

-No, tranquila, esta bien. Lo importante es que estas bien.- Nos abrazamos más calmados, nos quedamos así unos momentos.

-Aunque me fue extraño, tan solo me vi rodeada de oscuridad y luego de una voz...

-¿Qué te decía..?

-Mmmm...no recuerdo muy bien, algo sobre que aún no era hora, después tan solo recuerdo como un golpe en el pecho y abrí los ojos y estaba tociendo mientras tu estabas a mi lado, fue raro...

-¿Tu crees?

-¿Pero, no entiendo?

-¿Qué cosa?

-¿Cómo lograste revivirme? No sabía que tenías ese tipo de poder.

Lo pensó un momento mientras miraba al cielo. Me sonrió y me tocó la nariz en un gesto tierno.

-Mmm...me ayudo alguien.

-¿Quien? ¿Quien?.-Dije emocionada...

-Yammael.-Me detuve en ese momento y abrí mis ojos al máximo.

-En serio?

-Si...

¿Quien lo hubiera dicho? Después de eso decidimos reanudar el camino, algo sorprendente de aquello fue que la mordida de vibora habia desaparecido aún así Michael se ofreció a cargarme en su espalda realmente fue divertido sobre todo porque me la pase sobando su alas de vez en cuando se reí cuando le hacía cosquillas, a pesar de pasamos medio día caminando no llegamos a ningún lugar, parecía interminable el bosque, pero era divertido pasar por toda la naturaleza de vez en cuando veíamos un pequeño conejo y lo saludamos o nos encontramos aves con cantos agradables, después nos encontramos con un río nos detuvimos un rato mientras yo tomaba agua, jugamos un rato ahí a echarnos agua.

-¡Uy! nos van a fotografiar.-Dije bromeando.

-Ni digas, no vaya a ser que sí.

Nos quedamos un momento a la sombra de un árbol, estabamos tan tranquilos cuando...

GRRR!!!!

Me sobé el estomago.

-Me muero de hambre.

-Jajajajajajaja.-El explotó en carcajadas.

-Dejame.-Le saqué la lengua.

-La mía esta más grande.-Dijo mostrandome la suya, pasamos un rato haciendo competencia de quien tenia la lengua más grande. En eso una pequeña rama cayó en su cabello, después de quitarsela ambos míramos hacía arriba, un pajarillo emprendía el vuelo justamente a lado de una roja manzana...Se me hacía agua la boca.

-No esta mal, ¿Verdad?.-Le pregunté, negó con la cabeza. Me paré y me estiré hasta donde pude luego salté un par de veces pero sin éxito alguno.

Mientras veía con ansias aquel fruto, de pronto tan solo vi un par de alas que se agitaban, de un pequeño impulso, el angel estaba en el aire tomando con su mano la fruta, me la dio, tardé en reaccionar.

-Wow.-Dije con la manzana en mano.

-Eso fue genial.-Añadí.

-Te prometo que algún día te daré un paseo.-Dijo sentandose.

-Espero que sea pronto.

Mordí con gusto mi alimento y nos pasamos unos ratos más ahí sentados.

-Es hora de seguir.-Le dije tomando mi morral que había dejado a un lado.

Esta vez le convencí de que caminaría.

-...si, y por eso fue.

-¿Y nunca se te ocurrió decirle que si?

-Bueno, esque en ese momento no lo pensé.

-Si, te entiendo a mi me ha pasado.

Llevabamos una hora con una absurda platica, no recuerdo muy bien de que era...

-Ya me aburrí de caminar.- Le dije, apenas me iba a decir algo cuando escuchamos un claxón, nos miramos atónitos, de nuevo lo oímos y sin dudar comenzamos a correr a toda velocidad entre la espesa malesa del bosque, después logramos divisar una carretera, al llegar a ella vimos a lo lejos acercarse una van.

-Será buena idea?.-Me dijo el angel.

-Hay que intentarlo.-Vacilantemente levanté el brazo en señal de parada con el brazo rígido y los ojos cerrados, tan solo escuché unos cuantos gritos de emoción y la van en un segundo estaba a mi lado...

Jamás creí que viviera para ver...UNA VAN DE LOS 70's, totalmente pintada de colores vivos, un signo de paz en la puerta...

La puerta se abrió y una cortina de humo nos invadió, después de ella una chica realmente muy bella, de cabello rubio y ojos verdes delgada y de ropa holgada de lana y collares largos.

-¡QUE ONDA!

O__o?

-A-ah, hola.-Tartamude.

-¿Qué haces tan sola enana?.-Dijo un segundo, un joven de cabello largo de ropa semejante a la de la chica pero de otros colores.

-¿A donde vas enana?.-Dijo el chofer de la van un chico de color con rastas, y un sombrero de fieltro.

-Aa...Santa Bárbara.-Aún no podía creerlo, me sentía como en los 70's y no solo con unos hippies que hablaban ESPAÑOL!!! Eso si que era raro.

La chica me tomó de la muñeca haciendome subir al vehícula.

-Perfecto enana, nosotros vamos cerca de Santa Bárbara.

-¿En serio?.-Dije mientras el angel subía y se sentaba a mi lado.

-Ssh, tranquila, si, tan solo dejate llevar, este viaje te encantara.-El sonido de una citara me distrajo.

-Muchas gracias.-Dije

-No hay de que, vive la vida chica, somos tan solo unas almas desoladas buscando aventuras...

-Mmm..ok.-Respondí, se cerró la puerta y la van arrancó.

¡Ahí vamos de nuevo!


sábado, 10 de abril de 2010

Capitulo 20



.:MICHAEL POV:.

La vi en el suelo, instantaneamente me acerqué a ella alarmado, de repente estaba riendo y al segundo se encontraba tirada en el suelo palida, en su tobilla vi algo que se movía de colores brillantes, levanté el pantalón para ver una coralillo con los colmillos encajados en ella y enroscada.

Obviamente no la podía matar no me era permitido y no lo iba a hacer, como sabía que no me iba a dañar, la comenzé a desenrollar pero al tratar de desenterrar los colmillos Tania comenzó a gritar a todo pulmón, di un respingo, con cuidado quite al animal arrojandolo lejos, me giré a ella, estaba muy caliente y un sudor frio le cubria la frente además de que sus labios comenzaron a ponerse morados y su piel más blanca que un fantasma asustado le tomé de la mano.

-Tania, resiste.

De repente pareció comenzar a temblar, en sus ojos vi el miedo y el sufrimiento que estaba pasando, le quité sus pulseras zapatos todo lo que le pudiese apretar, en eso recordé los primeros auxilios que vi en televisión sobre ataques de serpiente, en la parte de la mordida, parecía un moreton el veneno la estaba matando, sin más preambulos succione todo lo que tuviese gritó de nuevo de dolor, escupí para limpiarle y comenzé de nuevo a succionar.

-¡Me arde!.- Vi correr sus lágrimas, comenzó a temblar de frío...

-Tranquila, no cierres los ojos, por lo que más quieras no cierres los ojos.-No sabía que hacer estabamos en medio de quien sabe donde y sin saber a quien pedir ayuda, me pusé a su lado quitandole unos mechones de la cara.

-M-miedo.-Susurró entrecortadamente escuché como chocaba sus dientes a causa de los escalofrios que estaba experimentando.

-Sssh, no hables, trata de soportar, ahora vengo...-Dije levantandome pero me tomó del brazo.

-N-no.-Gimió mientras comenzaba a toser.

-¡Espera, tengo que...!

-¡NO!.-Gritó ahora descontrolada me quedé a su lado y me di cuenta que dejarla sola era lo peor que podía hacer eso y no poder hacer nada... Me sentí inútil y a la vez enojado, ella no merecía esto, apreté los ojos, mientras corrían lágrimas.

Ella comenzó a gritar.

-Aaaah!!

Arqueó su espalda como si le estuvieran dando choques... Traté de mantenerla quieta.

-Y-ya...Y...¡¡¡YAMMAEL!!.-Gritó a todo pulmón unas cuantas aves volaron a causa de aquel gritó de horror y dolor. En eso dejo caer el cuerpo y no se movío.

-¿Tania?.-Dije asustado. No me veía a mi, suspiró un par de veces.

-¿Q-que...es...e-eso?.-Trató de decir viendo hacia arriba, le seguí la mirada no había nada, de pronto cuando sostenía su mano, está cayó pesadamente en la fría tierra.

-¡NO! ¡NO CIERRES LOS OJOS! ¡TANIA, DESPIERTA!.-Lentamente ignorando mis aullidos de dolor fue cerrando sus ojos. Pusé una mano en su mejilla obligandome a ver.

-No.-Susurré entrecortadamente.

-P-p...erd..on

Dejó caer la cabeza al fin...

La tomé de los hombros sacudiendola.

-¡TANIA! ¡DESPIERTA!....¡PROMETISTE QUE ME ACOMPAÑARÍAS! ¡IBAMOS A LLEGAR JUNTOS A NEVERLAND!...T-tania...

De pronto observé como de sus labios entreabiertos vi salir unas luces blancas como copos de nieve pero en lugar de caer iban subiendo, yo sabía perfectamente que era aquello a pesar de tan solo a verlo visto en una ocasión, en la mía, en mi muerte...vi subir su alma al cielo, inmovil me quedé en ese momento...

¿Por qué tenía que acabar así? Aún le faltaba mucho por vivir y muy poco para llegar a nuestro destino, agaché la cabeza humillado, mi misión pasaba de lado en ese momento, una vida nunca se debe de cuestionar, ¿Fue mi culpa? ¿Qué hice mal? ¿Estoy solo? mejor dicho ¿Estamos solos?

-¿Michael?.-La miré, pero me di cuenta de que no era ella la que me llamaba, sentí una mano en mi hombro, alzé la vista. Abrí los ojos pasmados, un joven más alto que yo de cabello largo rubio y ojos verdes, llevaba una especie de túnica blanca sujeta por la cintura de la misma tela pero color azul marino, no sabía quien era pero no me iba a detener a preguntar, después de todo lo más impresionante de aquella presencia, es que llevaba un resplandor alrededor de su cabeza mejor dicho de todo su cuerpo como si una luz lo alumbrara desde atrás, y tenía un par de alas blancas, más grandes que las mías.

-¿Q-quien eres?.-Dije sujetando fuerte a la chica que tenía en brazos.

-¿No lo sabes?.-Dijo calmado y con una sonrisa...Recapacité tratando de pensar, de donde venía aquel sujeto, que quería y...

Observé de nuevo el alma de ella que subía lentamente. Lo miré teniendo la respuesta en mi boca.

-Tu eres...¿Yammael?.-Asintió con la cabeza, después de unos segundos, coloqué rapidamente a Tania en el suelo.

-Tienes que ayudarme, ella esta muy mal, nose que hacer, tienes que ayudarla yo...-Me tapó la boca suavemente con sus dedos.

-Tranquilo.-Susurró.

Caminó a un lado de ella, extendió su palma de la mano boca abajo y como si fuese un escaner pasó por encima de Tania su mano, pronunciando unas palabras incomprensibles para mí.

-¿Qué estas haciendo?

-Preparandola.-Respondió, pensé que se refería a que era hora de llevarsela pero...

-No, la preparo para que TU la ayudes.-Dijo terminando, se levantó.

-¿Q-qué quieres que haga?.-Dije un poco asustado.

Alzó su palma y se quedó callado, aún sin entender también alzé la mía y la juntamos, sentí una especie de choque eléctrico y como un pequeño relámpago pasó de su mano a la mía.

-Ahora, te toca a ti.-Dijo alejandose unos pasos, no dije nada tan solo me inqué a un lado de ella, pusé mis manos en su pecho, y pronuncie unas palabras, no tengo idea de que dije fue como algo automatico, sentí recorrer una especie de energía desde mis pies y cuando llegó a la yema de mis dedos empujé levemente sobre ella mientras mis manos parecían iluminarse...

En ese instante ella abrió sus ojos y tragó aire comenzando a toser.

-¡Lo logramos...!.-Me giré para ver a Yammael pero no había nadie, una especie de sonido de campanitas me distrajo y observé como las pequeñas esferas de luz entraban en el cuerpo de ella.

-Estas bien.-Susurré lleno de alegría, pero de repente, como algo invisible me golpeó el pecho y tan solo recuerdo que me retorcía en el piso.

-¡MICHAEL!.-La escuché exclamar, aquella sensación se fue desvaneciendo pero a la vez me dejo entumido, ella trató de levantarme y...

Capitulo 19



Después de llevarme unos 15 minutos corriendo me detuve.
-Tania, no creo que esto sea buena idea, no sabemos donde estamos, no tenemos dinero y ahora somos unos fugitivos desde que salió esta tonta imagen.-Recordé lo del aeropuerto.
-Tienes razón, pero, ¿Quién me habrá fotografiado?.-Dije con una interrogante.
-No es momento para eso ¿Quieres? Tenemos que pensar en como salir de aquí...-Asentí con la cabeza con todo el ánimo del mundo y preparada para dar el primer paso, respire hondo y...
¡CRASH!
Un trueno me congelo en ese instante y una intensa lluvia fría me cubrió Michael y yo nos quedamos parados ahí conteniendo el enojo de que pasará esto.
-¡Que horror!.-Exclamé.
-Supongo que tenemos que buscar algun refugio.-Dijo Michael, encontramos un gran árbol que tenía un hueco...
El angel y yo nos quedamos en cunclillas ahí esperando que la tempestad pasará.
-Nunca pensé que una simple foto, trajera tantos problemas.-DIjo el angel.
-Lose
-Bueno, lo que si me dio gusto fue que me quedé con la señora Otilia, que buena persona ¿No crees?
-Si, aunque, nose porque, siento que la conozco me parece familiar, sobre todo cuando dijo que era la encargada de una gran cadena de muebles finos.
-Mmm...quien sabe.-DIje sacando de mi mochila la bolsa que estaba llena de pastelillos.
-Quien sabe tal vez te estas confundiendo...
-Bien, entonces pasaré todo el día pensando en donde la he visto.-Reí con su comentaio mientras el ponía posición de pensar.
-¿Todo el día?.-Dije bromeando, me miró y afirmó...
-Sabes...me es agradable estar contigo.-Dijo el mientras me detenía en plena mordida de un pastelillo. Me aclaré la garganta en señal de vergüenza...
-Si, esque tienes como...una frecuencia, como las radio que concuerda con la mía, y es divertido. ¿No crees?
-Amm...soy un poco torpe fijandome en eso.-Reí nerviosamente.
-Oye aún no te conozco del todo.-Añadio abrazando sus piernas.
-Dime ¿Cuál es tu color favorito?.
Pensé.
-Mmmm...nose todos, depende del estado de animo en que me encuentre al momento de preguntarme eso.
-Entonces ¿Cuál es tu color favorito en este momento?
-Amarillo.-Respondí.
-¿Qué quieres ser de grande?.
-P-pues, actriz y cantante.-Sonrió.
-¿De veras?
-Si
-¿Por qué?.- Traté de encontrar palabras para decirle, yo tenía 2 razones por la cual siempre deseé ser famosa, 1: porque me gusta y 2:.... Tragué ruidosamente saliva.
-No te vayas a reir.-Dije.
-No lo haré.
-Pues porque me gusta y porque...bueno al principio pensé que esa segunda razón jamás se cumpliría y pues aqui estoy.
-¿Cual es?
-La segunda razón fue porque....te quería conocer...
Su rostro detonó sorpresa y se sonrojó al igual que yo alejando la mirada.
-Wow ¿En serio?
-Si, pensé que siendo famosa sería la única forma de conocerte, claro que aquel sueño se desmoronó al llegar el 25 de Junio.-Lamente decir eso pues su rostro pareció ponerse triste.
-Pero al final de cuentas ¡Mirame! Aqui estoy contigo.-Dije exaltada, curvó los labios en una sonrisa...
-¿Estas muy segura que lo lograrás?.-Me extraño esa pregunta.
-Por supuesto, no me voy a rendir no estoy sola, tengo a Dios a mi familia y a...Yammael...
-Otra vez ese nombre ¿Quién es Yammael?
Sonreí tiernamente.
-Es mi angel de la guarda.-Respondí. Un poco sorprendido dijo...
-¿Así le pusiste de nombre?.-Negué con la cabeza.
-No, el me dijo su nombre.- Suspiró complacido de mi respuesta mientras volvía la vista a la lluvia que comenzaba a calmarse.
-Algún día lo verás, estoy segura.-Le dije con una sonrisa.
Al cabo de una hora acabo la lluvia, Michael asomó su mano para afirmar que ya no caía ninguna gota fría...
Salí del tronco y me estiré, el pequeño lugar me había dejado molida la espalda.
-Estas hecha una floja.-Dijo Michael riendose.
-Dejame.-Dije sonriente, quien se hubiese imaginado que pasaría aquello, pensé que ya no habría problemas pero al parecer eso no iba a hacer, en un segundo todo se puso blanco, abrí los ojos sintiendo que me pesaban los párpados, me había caído y ahora veía hacia el cielo, aún lo podía escuchar gritando mi nombre, parecía cámara lenta mientras el se ponía a mi lado. Me tomó la mano pero no lo había notado parecía que había perdido mi sensibilidad, la cabeza me daba vueltas y miedo interno me invadió, podría haber recordado que el bosque se movía dando vueltas a mi alrededor era ilogico pero así lo veía yo...
El frió líquido recorría mis venas provocando un dolor, traté de divisar en mi pie, enroscada una vibora de coralillo...