sábado, 3 de abril de 2010

Capítulo 13



Después de haber tomado un taxi (con la atenta mirada del conductor) y recorrer un largo camino, llegamos al aeropuerto de Querétaro. Bajé del automovíl y me impresioné jamás he viajado en avión y por tanto nunca he ido a un aeropuerto.
-¿Señorita?.-Dijo el chofer sacandome de mis pensamientos.
-Disculpeme.-Susurré poniendo en la mano de él un billete de $20, después de una mirada de arriba abajo, el taxi salió y lo perdí de vista. Me giré de nuevo hacia el gran edificio blanco con muchas luces.
-Wow!
Michael se rió mientras me decía.
-¿No me digas que nunca has viajado en un avión?
Fruncí el ceño mientras torcia la boca.
-No.-Dije
-Espero que tengas un plan.-Dijo mientras ambos comenzabamos a caminar hacia el recinto.
-Claro que tengo un plan.-Dije, entramos con un poco de trabajo, la gente se amontonaba mientras trataba de abrirme camino, hubo unas cuantas pisadas de pie y algunas disculpas, hasta que llegamos a la sala de espera.
-¿Qué hacemos aquí?.-Dijo el angel.
-Buscando nuestro vuelo.-Respondí viendo el panel color negro que marcaba cada salida de avión.
-¿¡No compraste los boletos?!.- Dijo algo exaltado.
Lo miré con una mirada incredula.
-Michael, ¿De donde rayos iba a sacar $6.000?
Bufó.
-P-pero...
-Vamos, nada de peros que no me lo estas haciendo facíl estoy comenzando a ponerme nerviosa.-Dije mientras me frotaba las manos, las cuales de hace rato me sudaban a pesar del clima helado de aquella ciudad.
-Ya se me ocurrirá algo.-Respondí, mientras volvía la vista hacía el panel.
-Bueno, según estuve buscando en internet, llegar a Santa Bárbara, tiene un par de escalas.
-¿Escalas?.-Preguntó el angel.
-Si, no va directo a Santa Bárbara, hace ciertas paradas, en nuestro caso hace una parada en Houston y otra en los angeles.
-Aaah...-Contestó el pelinegro.
-Claro que una super estrella como tu nunca se tuvo que preocupar, tenías tu propio avión privado.-Dije bromeando.
-Jajajaa, que graciosa.-dijo con sarcasmo.
-Bien chicos, no se separen.-Traté de localizar aquella voz, una mujer tal vez de unos 40 años, castaña de pelo largo un poco gordita mientras llevaba a un grupo de jovenes más o menos de mi edad, y parecía no tener mucho control sobre ellos, jejeje, esta era nuestra oportunidad.
-Vamos.-murmuré mientras el ángel me seguía.
Rezé por que aquellas personas tomaran un vuelo que nos llevará a Houston, los seguí disimuladamente, mientras trataba de perderme entre ellos, gracias al cielo nadie me dijo nada, cada chico y chica estaba perdido en un tema, llegamos al puerto, una mujer de una sonrisa un poco forzada tal vez de 20 años y con el pelo recogido negro estaba en la entrada.
-Buenas noches, gracias por viajar en aerolinas New City, sus boletos por favor.-La mujer mientras buscaba con un ritmo desesperado en su bolsa en afán de encontrar los boletos.
Traté de escuchar el destino hacia donde se dirigía pero aquellos chicos no me dejaban escuchar, después de unos cuantos murmuros escuché tan solo.
-...haciendo escala en Houston, Texas.
-Si, si.-Contestó la mujer mayor, casí pegaba un brinco de felicidad. Ahora, tocaba la parte más dificil.
-Buen viaje.-Dijo la señorita.
-Tania, ¿No me digas que este es tu plan?.-Dijo Michael.
-Oh si.-Le respondí con una sonrisa de medio lado, me junté con un grupito de chicas mientras similaba reirme.
Por mala suerte, la chica parecía estar contandolos, busqué rápido algo que la distrajera.
-¿Qué vamos a hacer?
-Tranquilo, espera.-Comenzé a buscar en mis bolsillos,en uno de ellos encontré una canica, a mi siempre me han gustado y siempre llevaba una bolsita para jugar. Disimuladamente tiré la canica al suelo haciendo que la chica se distrajera.
-¿Qué es eso?.-Dijo, mientras giraba la vista, rapidamente entramos al puerto que nos dirigía al avión, sonreí de felicidad.
-Esto esta mejor que misión imposible.-Dijo Michael, mientras soltaba una risilla.
Sentí mi corazón latir de emoción y a la vez de miedo, me siento como si estuviera en un entrenamiento de espía o de ladrón, y de cierta forma...era divertido.
-Buen viaje.-Dijo un joven vestido de saco que nos daba la entrada, mientras el grupo de chicos entraban, me separé de ellos y me senté en el primer lugar vació que vi, estando a lado de un señor de avanzada edad, casi sin pelo mientras traía unos lentes de media luna y un libro abierto de hojas ya amarillas, tan solo atiné a sonreirle mientras me volteaba a ver.
Suspiré aliviada. Había una asiento más, vació y fue donde Michael se sentó.
-Parece que lo logramos.-Dijo sonriente, asentí con la cabeza mientras comenzaba relajarme
-Damas y caballeros gracias por viajar en aerolinas New City, les pedimos de favor abrocharse los cinturones estamos a punto de despegar.-Tragué ruidosamente saliva, mientras de nuevo la sudoración en las manos volvía, lentamente me pusé el cinturon de seguridad con la atenta mirada divertida de mi angel.
-No te rías.-Murmuré irritada mientras el parecía divertirse.
Comenzó una especie de turbulencia y por la ventana observé como comenzaba a moverse el avión, sentí un vació en estomago y unas maripositas, ya saben esa sensación cuando están en la montaña rusa, nunca me he subido a una pero se que se siente algo parecido.
-Eres una miedosa jajaja
-Calla
Después de unos minutos de angustia y de clavar las uñas en los bordes de la silla, me calmé.
-Tania, mira.-Dijo Michael mientras señalaba la ventana de su lado. Quedé pasmada con lo que veía el gran astro, la luna, de unas medidas inmensas y un resplandor enorme.
-W-wow.
Casí que pegué la nariz a la ventana maravillada con aquel espectáculo que se fue haciendo mejor cuando aparecieron las estrellas.
-Es hermoso.-Murmuré.
-¿Quieres cambiar de lugar?.-Me dijo el angel, asentí emocionada, mientras nos cambiabamos de lugar.
-Veo que le gustan las estrellas, señorita.-Me giré para encontrarme con la mirada del anciano a mi lado.
-A-ah, pues si, me fascina admirarlas en la noche.-Contesté.
-Mire..-Dijo mientras en un pequeño maletín café a su lado comenzó a buscar algo, saco un libro delgado de pasta blanca.
-Tal vez este libro le guste.-Dijo estirandomelo, lo tomé y sonreí al leer el titulo.
"El principito"
Vi al señor.
-Ay señor, este libro es mi favorito.- Dije.
-Entonces estoy seguro que le gustará leerlo de nuevo.-Asentí con la cabeza mientras comenzaba a leer aquél libro. Y en mi cabeza dije:
-Neverland...allá vamos.

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