sábado, 10 de abril de 2010

Capitulo 19



Después de llevarme unos 15 minutos corriendo me detuve.
-Tania, no creo que esto sea buena idea, no sabemos donde estamos, no tenemos dinero y ahora somos unos fugitivos desde que salió esta tonta imagen.-Recordé lo del aeropuerto.
-Tienes razón, pero, ¿Quién me habrá fotografiado?.-Dije con una interrogante.
-No es momento para eso ¿Quieres? Tenemos que pensar en como salir de aquí...-Asentí con la cabeza con todo el ánimo del mundo y preparada para dar el primer paso, respire hondo y...
¡CRASH!
Un trueno me congelo en ese instante y una intensa lluvia fría me cubrió Michael y yo nos quedamos parados ahí conteniendo el enojo de que pasará esto.
-¡Que horror!.-Exclamé.
-Supongo que tenemos que buscar algun refugio.-Dijo Michael, encontramos un gran árbol que tenía un hueco...
El angel y yo nos quedamos en cunclillas ahí esperando que la tempestad pasará.
-Nunca pensé que una simple foto, trajera tantos problemas.-DIjo el angel.
-Lose
-Bueno, lo que si me dio gusto fue que me quedé con la señora Otilia, que buena persona ¿No crees?
-Si, aunque, nose porque, siento que la conozco me parece familiar, sobre todo cuando dijo que era la encargada de una gran cadena de muebles finos.
-Mmm...quien sabe.-DIje sacando de mi mochila la bolsa que estaba llena de pastelillos.
-Quien sabe tal vez te estas confundiendo...
-Bien, entonces pasaré todo el día pensando en donde la he visto.-Reí con su comentaio mientras el ponía posición de pensar.
-¿Todo el día?.-Dije bromeando, me miró y afirmó...
-Sabes...me es agradable estar contigo.-Dijo el mientras me detenía en plena mordida de un pastelillo. Me aclaré la garganta en señal de vergüenza...
-Si, esque tienes como...una frecuencia, como las radio que concuerda con la mía, y es divertido. ¿No crees?
-Amm...soy un poco torpe fijandome en eso.-Reí nerviosamente.
-Oye aún no te conozco del todo.-Añadio abrazando sus piernas.
-Dime ¿Cuál es tu color favorito?.
Pensé.
-Mmmm...nose todos, depende del estado de animo en que me encuentre al momento de preguntarme eso.
-Entonces ¿Cuál es tu color favorito en este momento?
-Amarillo.-Respondí.
-¿Qué quieres ser de grande?.
-P-pues, actriz y cantante.-Sonrió.
-¿De veras?
-Si
-¿Por qué?.- Traté de encontrar palabras para decirle, yo tenía 2 razones por la cual siempre deseé ser famosa, 1: porque me gusta y 2:.... Tragué ruidosamente saliva.
-No te vayas a reir.-Dije.
-No lo haré.
-Pues porque me gusta y porque...bueno al principio pensé que esa segunda razón jamás se cumpliría y pues aqui estoy.
-¿Cual es?
-La segunda razón fue porque....te quería conocer...
Su rostro detonó sorpresa y se sonrojó al igual que yo alejando la mirada.
-Wow ¿En serio?
-Si, pensé que siendo famosa sería la única forma de conocerte, claro que aquel sueño se desmoronó al llegar el 25 de Junio.-Lamente decir eso pues su rostro pareció ponerse triste.
-Pero al final de cuentas ¡Mirame! Aqui estoy contigo.-Dije exaltada, curvó los labios en una sonrisa...
-¿Estas muy segura que lo lograrás?.-Me extraño esa pregunta.
-Por supuesto, no me voy a rendir no estoy sola, tengo a Dios a mi familia y a...Yammael...
-Otra vez ese nombre ¿Quién es Yammael?
Sonreí tiernamente.
-Es mi angel de la guarda.-Respondí. Un poco sorprendido dijo...
-¿Así le pusiste de nombre?.-Negué con la cabeza.
-No, el me dijo su nombre.- Suspiró complacido de mi respuesta mientras volvía la vista a la lluvia que comenzaba a calmarse.
-Algún día lo verás, estoy segura.-Le dije con una sonrisa.
Al cabo de una hora acabo la lluvia, Michael asomó su mano para afirmar que ya no caía ninguna gota fría...
Salí del tronco y me estiré, el pequeño lugar me había dejado molida la espalda.
-Estas hecha una floja.-Dijo Michael riendose.
-Dejame.-Dije sonriente, quien se hubiese imaginado que pasaría aquello, pensé que ya no habría problemas pero al parecer eso no iba a hacer, en un segundo todo se puso blanco, abrí los ojos sintiendo que me pesaban los párpados, me había caído y ahora veía hacia el cielo, aún lo podía escuchar gritando mi nombre, parecía cámara lenta mientras el se ponía a mi lado. Me tomó la mano pero no lo había notado parecía que había perdido mi sensibilidad, la cabeza me daba vueltas y miedo interno me invadió, podría haber recordado que el bosque se movía dando vueltas a mi alrededor era ilogico pero así lo veía yo...
El frió líquido recorría mis venas provocando un dolor, traté de divisar en mi pie, enroscada una vibora de coralillo...

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