Después de llevarme unos 15 minutos corriendo me detuve.
-Tania, no creo que esto sea buena idea, no sabemos donde estamos, no tenemos dinero y ahora somos unos fugitivos desde que salió esta tonta imagen.-Recordé lo del aeropuerto.
-Tienes razón, pero, ¿Quién me habrá fotografiado?.-Dije con una interrogante.
-No es momento para eso ¿Quieres? Tenemos que pensar en como salir de aquí...-Asentí con la cabeza con todo el ánimo del mundo y preparada para dar el primer paso, respire hondo y...
¡CRASH!
Un trueno me congelo en ese instante y una intensa lluvia fría me cubrió Michael y yo nos quedamos parados ahí conteniendo el enojo de que pasará esto.
-¡Que horror!.-Exclamé.
-Supongo que tenemos que buscar algun refugio.-Dijo Michael, encontramos un gran árbol que tenía un hueco...
El angel y yo nos quedamos en cunclillas ahí esperando que la tempestad pasará.
-Nunca pensé que una simple foto, trajera tantos problemas.-DIjo el angel.
-Lose
-Bueno, lo que si me dio gusto fue que me quedé con la señora Otilia, que buena persona ¿No crees?
-Si, aunque, nose porque, siento que la conozco me parece familiar, sobre todo cuando dijo que era la encargada de una gran cadena de muebles finos.
-Mmm...quien sabe.-DIje sacando de mi mochila la bolsa que estaba llena de pastelillos.
-Quien sabe tal vez te estas confundiendo...
-Bien, entonces pasaré todo el día pensando en donde la he visto.-Reí con su comentaio mientras el ponía posición de pensar.
-¿Todo el día?.-Dije bromeando, me miró y afirmó...
-Sabes...me es agradable estar contigo.-Dijo el mientras me detenía en plena mordida de un pastelillo. Me aclaré la garganta en señal de vergüenza...
-Si, esque tienes como...una frecuencia, como las radio que concuerda con la mía, y es divertido. ¿No crees?
-Amm...soy un poco torpe fijandome en eso.-Reí nerviosamente.
-Oye aún no te conozco del todo.-Añadio abrazando sus piernas.
-Dime ¿Cuál es tu color favorito?.
Pensé.
-Mmmm...nose todos, depende del estado de animo en que me encuentre al momento de preguntarme eso.
-Entonces ¿Cuál es tu color favorito en este momento?
-Amarillo.-Respondí.
-¿Qué quieres ser de grande?.
-P-pues, actriz y cantante.-Sonrió.
-¿De veras?
-Si
-¿Por qué?.- Traté de encontrar palabras para decirle, yo tenía 2 razones por la cual siempre deseé ser famosa, 1: porque me gusta y 2:.... Tragué ruidosamente saliva.
-No te vayas a reir.-Dije.
-No lo haré.
-Pues porque me gusta y porque...bueno al principio pensé que esa segunda razón jamás se cumpliría y pues aqui estoy.
-¿Cual es?
-La segunda razón fue porque....te quería conocer...
Su rostro detonó sorpresa y se sonrojó al igual que yo alejando la mirada.
-Wow ¿En serio?
-Si, pensé que siendo famosa sería la única forma de conocerte, claro que aquel sueño se desmoronó al llegar el 25 de Junio.-Lamente decir eso pues su rostro pareció ponerse triste.
-Pero al final de cuentas ¡Mirame! Aqui estoy contigo.-Dije exaltada, curvó los labios en una sonrisa...
-¿Estas muy segura que lo lograrás?.-Me extraño esa pregunta.
-Por supuesto, no me voy a rendir no estoy sola, tengo a Dios a mi familia y a...Yammael...
-Otra vez ese nombre ¿Quién es Yammael?
Sonreí tiernamente.
-Es mi angel de la guarda.-Respondí. Un poco sorprendido dijo...
-¿Así le pusiste de nombre?.-Negué con la cabeza.
-No, el me dijo su nombre.- Suspiró complacido de mi respuesta mientras volvía la vista a la lluvia que comenzaba a calmarse.
-Algún día lo verás, estoy segura.-Le dije con una sonrisa.
Al cabo de una hora acabo la lluvia, Michael asomó su mano para afirmar que ya no caía ninguna gota fría...
Salí del tronco y me estiré, el pequeño lugar me había dejado molida la espalda.
-Estas hecha una floja.-Dijo Michael riendose.
-Dejame.-Dije sonriente, quien se hubiese imaginado que pasaría aquello, pensé que ya no habría problemas pero al parecer eso no iba a hacer, en un segundo todo se puso blanco, abrí los ojos sintiendo que me pesaban los párpados, me había caído y ahora veía hacia el cielo, aún lo podía escuchar gritando mi nombre, parecía cámara lenta mientras el se ponía a mi lado. Me tomó la mano pero no lo había notado parecía que había perdido mi sensibilidad, la cabeza me daba vueltas y miedo interno me invadió, podría haber recordado que el bosque se movía dando vueltas a mi alrededor era ilogico pero así lo veía yo...
-Tania, no creo que esto sea buena idea, no sabemos donde estamos, no tenemos dinero y ahora somos unos fugitivos desde que salió esta tonta imagen.-Recordé lo del aeropuerto.
-Tienes razón, pero, ¿Quién me habrá fotografiado?.-Dije con una interrogante.
-No es momento para eso ¿Quieres? Tenemos que pensar en como salir de aquí...-Asentí con la cabeza con todo el ánimo del mundo y preparada para dar el primer paso, respire hondo y...
¡CRASH!
Un trueno me congelo en ese instante y una intensa lluvia fría me cubrió Michael y yo nos quedamos parados ahí conteniendo el enojo de que pasará esto.
-¡Que horror!.-Exclamé.
-Supongo que tenemos que buscar algun refugio.-Dijo Michael, encontramos un gran árbol que tenía un hueco...
El angel y yo nos quedamos en cunclillas ahí esperando que la tempestad pasará.
-Nunca pensé que una simple foto, trajera tantos problemas.-DIjo el angel.
-Lose
-Bueno, lo que si me dio gusto fue que me quedé con la señora Otilia, que buena persona ¿No crees?
-Si, aunque, nose porque, siento que la conozco me parece familiar, sobre todo cuando dijo que era la encargada de una gran cadena de muebles finos.
-Mmm...quien sabe.-DIje sacando de mi mochila la bolsa que estaba llena de pastelillos.
-Quien sabe tal vez te estas confundiendo...
-Bien, entonces pasaré todo el día pensando en donde la he visto.-Reí con su comentaio mientras el ponía posición de pensar.
-¿Todo el día?.-Dije bromeando, me miró y afirmó...
-Sabes...me es agradable estar contigo.-Dijo el mientras me detenía en plena mordida de un pastelillo. Me aclaré la garganta en señal de vergüenza...
-Si, esque tienes como...una frecuencia, como las radio que concuerda con la mía, y es divertido. ¿No crees?
-Amm...soy un poco torpe fijandome en eso.-Reí nerviosamente.
-Oye aún no te conozco del todo.-Añadio abrazando sus piernas.
-Dime ¿Cuál es tu color favorito?.
Pensé.
-Mmmm...nose todos, depende del estado de animo en que me encuentre al momento de preguntarme eso.
-Entonces ¿Cuál es tu color favorito en este momento?
-Amarillo.-Respondí.
-¿Qué quieres ser de grande?.
-P-pues, actriz y cantante.-Sonrió.
-¿De veras?
-Si
-¿Por qué?.- Traté de encontrar palabras para decirle, yo tenía 2 razones por la cual siempre deseé ser famosa, 1: porque me gusta y 2:.... Tragué ruidosamente saliva.
-No te vayas a reir.-Dije.
-No lo haré.
-Pues porque me gusta y porque...bueno al principio pensé que esa segunda razón jamás se cumpliría y pues aqui estoy.
-¿Cual es?
-La segunda razón fue porque....te quería conocer...
Su rostro detonó sorpresa y se sonrojó al igual que yo alejando la mirada.
-Wow ¿En serio?
-Si, pensé que siendo famosa sería la única forma de conocerte, claro que aquel sueño se desmoronó al llegar el 25 de Junio.-Lamente decir eso pues su rostro pareció ponerse triste.
-Pero al final de cuentas ¡Mirame! Aqui estoy contigo.-Dije exaltada, curvó los labios en una sonrisa...
-¿Estas muy segura que lo lograrás?.-Me extraño esa pregunta.
-Por supuesto, no me voy a rendir no estoy sola, tengo a Dios a mi familia y a...Yammael...
-Otra vez ese nombre ¿Quién es Yammael?
Sonreí tiernamente.
-Es mi angel de la guarda.-Respondí. Un poco sorprendido dijo...
-¿Así le pusiste de nombre?.-Negué con la cabeza.
-No, el me dijo su nombre.- Suspiró complacido de mi respuesta mientras volvía la vista a la lluvia que comenzaba a calmarse.
-Algún día lo verás, estoy segura.-Le dije con una sonrisa.
Al cabo de una hora acabo la lluvia, Michael asomó su mano para afirmar que ya no caía ninguna gota fría...
Salí del tronco y me estiré, el pequeño lugar me había dejado molida la espalda.
-Estas hecha una floja.-Dijo Michael riendose.
-Dejame.-Dije sonriente, quien se hubiese imaginado que pasaría aquello, pensé que ya no habría problemas pero al parecer eso no iba a hacer, en un segundo todo se puso blanco, abrí los ojos sintiendo que me pesaban los párpados, me había caído y ahora veía hacia el cielo, aún lo podía escuchar gritando mi nombre, parecía cámara lenta mientras el se ponía a mi lado. Me tomó la mano pero no lo había notado parecía que había perdido mi sensibilidad, la cabeza me daba vueltas y miedo interno me invadió, podría haber recordado que el bosque se movía dando vueltas a mi alrededor era ilogico pero así lo veía yo...
El frió líquido recorría mis venas provocando un dolor, traté de divisar en mi pie, enroscada una vibora de coralillo...
que le ocurriraa? ...continuaa prontoo!! bss:)
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