Capitulo 17

Ambos nos sorprendimos al entrar a su 'casa' al principio cuando vi el edificio grande abandonado y en mal estado pensé que estaría peor claro que me equivoque un buen ejemplo para no juzgar las cosas por su exterior, puede que todo lo que tenía fuese basura pero ella habia sabido encontrarle un uso, lo sillones a pesar de estar viejos, ella le habia cocido pedazos de tela de un solo color haciendo que quedara excelente.

En medio de la sala habia una mesa sin dos patas pero ella habia encontrado un par de palos y los pinto de blanco para que parecieran de la mesa.

-Por favor pasen estan en su casa.-Dijo la señora con una sonrisa ancha y radiante.

-Wow, su casa es fabulosa.-Dije observando el techo que estaba lleno de cartones de leche pero de multicolores.

-¿Tu crees?.-Dijo ella, sorprendida.

-Si, es fabulosa.-Dije mientras michael y yo observabamos una lámpara que a pesar de que el techo era de cristal y roto ella habia pegado las pequeñas partes.

-Pequeña, aqui hay pastelillos.-Me giré para ver sobre la mesa yo creo que unos 20 pastelillos de muchos colores y chispitas de sabores.

-Después de todo el centro de apoyo si sirve de algo.-Dijo ella secandose las manos con un trapo.

Me senté junto con Michael mientras la señora caminaba hacia la cocina.

-Esta señora es muy amable ¿no lo crees?.-Dijo el angel mientras me pasaba un pastelillo.

-Vaya que si.-Le di una mordida al pastelillo para sentir como mi paladar llegaba a tocar el cielo.

-E-exquisito.-Susurré maravillada con el pequeño objeto en mi mano.

-¡Que bueno que te gusto!.-La señora traía en otra bandeja unas tazitas con un poco de té, me di cuenta de que era un juego de té pero de juguete, aún asi eran preciosas...

-¿Puedo saber su nombre?.- Dije, la señora con una sonrisa mientras me servía dijo...

-Otilia.-Ese nombre era digno de una señora de la alta sociedad y le quedaba como dedo en el anillo.

-Lindo nombre, yo me llamo Tania.-Respondì.

-¿y como se llama tu acompañante?

-Emmm....Michael.

-Aa, un joven ¿no gustará una taza de té?

-Eh, no lo siento, el no puede tomar esque esta....

La señora entendió a lo que me refería, aún así su sonrisa no se borró del rostro, nose porque ella era tan amable conmigo pero me parecía que la conocía desde hace mucho, la situación en la que ella vivía parecía no importarle, sabía encontrar algo positivo en todo aquello. Era algo de admiración me sentí muy cómoda mientras ella me contaba muchas de sus aventuras, decía que ella antes viajaba mucho, aquello dejaba mucho que pensar...Me contó que un día mientras salía de viaje, alguien le tendió una trampa y le fue arrebatada toda su fortuna y su vida, trató de encontrarla de nuevo pero le fue imposible...Ella era la presidente de una larga cadena de muebles finos a nivel mundial, vivía sola pero eso a ella no le importaba, aún tenía muchos amigos.

De vez en cuando notaba que una pequeña lágrima salía de sus ojos para luego era secarsela y hacer como si nada hubiese pasado, con cada plática soltabamos una risa y el día se me fue muy rápido hasta que calló la noche.

-...entonces el murió, unos meses después me lo encontré.... bueno el me encontró en un supermercado.

Ella soltó una risa, por muy cierta que fuese mi relato para cualquier otro sonaba rídiculo y eso lo entendía.

-...y me pidió ayuda para buscar algo que dejo pendiente y dárselo a sus hijos...-Terminè la historia aunque me guardé el hecho de que aquel hombre era Michael Jackson la super estrella pop, aún así ella siguió escuchandome atentamente.

Después de un rato dijo...

-Ya veo ¿por eso estas aqui en Estados unidos?

Asentí con la cabeza.

-¿Y tu familia?.-Recordé lo que había visto en la caseta del aeropuerto, aquél momento no era el correcto para sacarlo a la luz.

-Ellos estarán bien.-Respondí

Otilia estrechó mi mano levanté la mirada para encontrarme con su sonrisa.

-Tranquila, después de tu aventura ellos entenderán, te estarán esperando con los brazos abiertos.-Me calmé con aquellas palabras.

-muchas gracias Otilia.- Nos quedamos en silencio mientras Michael sonreía, en eso el ruido de un pajaro cu cú me hizo girar a ver el objeto...faltaban 30 minutos para que mi avión saliera.

-¡Cielos! Es tardisimo.-Dije exaltada mientras me levantaba.

-¿por qué no me avisaste?.-le dije a Michael

-Esque te vi tan cómoda aquí.-Dijo también exaltado mientras me ayudaba a ponerme el sueter.

-Bueno no importa.-La risa de Oitila nos detuvo en ese momento.

-Se ve que se llevan muy bien.-Dijo, Michael se sonrojó, mientras me reía.

-Pequeña.-Dijo tomando mis manos.

-Muchas gracias por brindarme este día tan maravilloso para mi, nunca te olvidaré, buena suerte, a ti y a tu amigo.-Me besó en la mejilla, me extendió una bolsa llena de pastelillos.

-¿De veras me los puedo llevar?

-Claro.-Dijo ella, di las gracias y con mochila a cuestas Michael y yo salimos a toda prisa al aeropuerto...

Al llegar había un gran tumulto de gente.

-¡Vamos! ¡Antes de que perdamos el vuelo!.-Exclamé con Michael detrás mio. Después de recorrer medio aeropuerto llegamos a la sala de espera, ya sin tanta gente, traté de recobrar el aliento perdido.

-Bien...busca alguna excusa para subir al avión.-Ambos tan alertas como un águila comenzamos a buscar con la mirada algo que nos ayudara en aquel momento.

-Nada.-Susurró el sentandose rendido.

-Ya nos llegará alguienl.-Dije aún con la mirada puesta en la gente.

Me senté ya cansada de estar de pie escuchamos como ponían el noticiero en la gran pantalla plana colgada en el techo.

If you believe or not, this image, sent anonymously to a young woman in the park's main road, but look closely ...

(TRADUCCIÓN: Lo crea o no, esta imagen, enviada anonimamente sobre una joven en el parque de la avenida principal,pero observe de cerca)

Juraría que en ese momento el corazón y los ojos se me saldrían en aquel momento, era imposible, y tuve el presentimiento de que esta aventura acabaría mal...

Ahi estaba yo en una imagen, toda empapada de agua, gracias a Michael pero el no se mostraba fisicamente, sino que a lado mio había una inmensa luz mientras yo reía alegremente.

-No puedo creerlo.-Susurré. La persona a lado mio que leía un periodico dejo caer la mandíbula.

-¡Is the girl on TV!

Como herida por el rayo me levanté mientras toda la gente volteó a verme, unos murmullos inmensos se hicieron presentes.

-¡The one on the television!.-Escuché gritar a lo lejos, como si fuese una manada de animales todas las personas y sobre todo acompañadas de policias comenzaron a abalanzarse sobre mi. Michael me tomó de la mano y comenzamos a correr.

-¡Rápido, no voltees!.-Sabía que corría un gran peligro, sentí como si la mente se me pusiera en blanco, lo único que tenía en ella era que tenía que correr muy rápido.

un remolino de rostros vino a mi alrededor mientras cientos de manos trataban de detener mi huir. Entramos por una puerta mientras había unas infinitas escaleras que subían, si perder tiempo entramos, pensé que seguiríamos corriendo pero a la primera puerta que vimos Michael la abrió y entramos.

-¿Qué haremos?.-Dije mientras el me decía que guardara silencio. Escuchamos como multitudes de gente subían las escaleras.

-Dame tus cosas.-Susurró, sin saber que quería hacer me quite mi mochila y mi chamarra, el se las puso y gracias al cielo nos tocó estar en el despacho de algún conserje tomó unos pantalones caquis y se los puso sobre los de color negro que el traía puesto, se pusó la capucha de mi chamarra.

-Escuchame, saldré corriendo, no pierdas tiempo y aborda el avión como puedas esta en el puerto 7 ¿esta bien?.-Asentí rapidamente, abrimos la puerta y ambos salimos corriendo escuché detrás mio que alguien gritaba.

-¡There is!

-¡AHORA!.-Michael gritó mientras yo comenzaba a correr hacia los puertos evitando contacto alguno, giré para ver que nadie me seguía obsolutamente nadie me veía y por tanto traté de no llamar la atención y traté de caminar, miré el reloj, aún faltaban 15 minutos, aprete el paso, sin saber que puerta tomar, entré a la primera que vi, la cual erroneamente me llevó a la pista de aviones observé como mi avión era abordado, me di prisa, vi pasar a un señor con un carro donde transportaban las maletas, me subí a el sin que el se diera cuenta, revise la primera maleta que vi para ver la etiqueta que marcaba el vuelo correcto, esperé, llegamos al avión y el conductor de bajo, con la oportunidad, corrí dentro del avión donde iban las maletas y me escondí detrás de un bran baúl y una pared de maletas permanecí ahí echa bolita rezando porque Michael llegará ya.

-Michael ¿Donde estás?...-Permanecí quieta unos minutos casí cayendo en un profundo sueño, en eso escuché como un monton de maletas cayeron a lado mio, asustada me quede quieta sin poder hablar, la persona que estaba moviendo ahí de seguro que me había encontrado, ya llorando permanecí sola, hasta que la luz de las luces dentro del avión me iluminaron.

-Tania.-Reconocí esa voz Michael permanecía de pie delante mio respirando entrecortadamente seguramente por la dura carrera que debió llevar. Me le abrazé enseguida.

-¿Estas bien?.-Dijo

Asentí llorando ahora de felicidad.

-Gracas.-Susurré. Me secó las lágrimas y me sonrío.

-Tranquila, ya pasó.-Susurró quitandose la mochila de su espalda.

-Aunque este no es el mejor lugar para ti.-Dijo, en ese momento no entendí a que se refería.

-Estamos con el equipaje, aqui no hay calentadores ni nada por el estilo.-Miles de veces vi en televisión cuando la gente trataba de huir a otras ciudades metiendose en el equipaje, el oxigeno era poco y el frió terminaba matando a todo el que se quedará ahí, un escalofrio nuevamente me estremeció.

-Tranquila, tengo una idea.-Dijo, movio unas cuantas maletas se sentó y me acomodó sobre el mientras con sus alas nos envolvimos, de pronto sentí un calor recorrer mi cuerpo y me tranquilicé.

-¿Así estas mejor?.-Dijo asentí, una vez más habiamos estado en un gran riesgo y de nuevamente logramos salir de ello, aquella noche dormí en los brazos de el muy agradecida de tenerlo acompañandome.